Page 704 - Biblia el Unico Dios
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7 Y aquella noche hágase inerte, impenetrable a los clamores de alegría.
8 Maldíganla los que maldicen el día, los dispuestos a despertar a Leviatán.
9 Sean tinieblas las estrellas de su aurora, la luz espere en vano, y no vea los párpados del alba.
10 Porque no me cerró las puertas del vientre donde estaba, ni ocultó a mis ojos el dolor.
11 ¿Por qué no morí cuando salí del seno, o no expiré al salir del vientre?
12 ¿Por qué me acogieron dos rodillas? ¿por qué hubo dos pechos para que mamara?
13 y ahora descansaría tranquilo, dormiría ya en paz,
14 con los reyes y los notables de la tierra, que se construyen soledades;
15 o con los príncipes que poseen oro y llenan de plata sus moradas.
16 O ni habría existido, como aborto ocultado, como los fetos que no vieron la luz.
17 Allí acaba la agitación de los malvados, allí descansan los agotados.
18 Allí también están tranquilos los cautivos, sin oír más la voz del capataz.
19 Chicos y grandes son allí lo mismo, y el esclavo se ve libre de su dueño.
20 ¿Por qué deja Dios ver la luz al que sufre? ¿Por qué le da vida al que está lleno de amargura,
21 a los que ansían la muerte que no llega y excavan en su búsqueda más que por un tesoro,
22 a los que se alegran ante el sepulcro y se gozan cuando alcanzan la tumba,
23 a un hombre que ve cerrado su camino, y a quien Dios tiene cercado?
24 Como alimento viene mi suspiro, como el agua se derraman mis lamentos.
25 Porque si de algo tengo miedo, me a venido, y me sucede lo que temo.
26 No hay para mí tranquilidad ni calma, no hay reposo: turbación es lo que llega.
Job 4
1 Elifaz de Temán tomó la palabra y dijo:
2 Si se intentara hablarte, ¿lo soportarías? Pero ¿quién puede contener sus palabras?
3 Mira, tú dabas lección a mucha gente, infundías vigor a las manos caídas;
4 tú, que animabas a levantarse al que caía y sostenías al que estaba por caer,
5 Y ahora que otro tanto te toca, te deprimes, te alcanza el golpe a ti, y todo te turbas.
6 ¿No es tu confianza la piedad, y tu esperanza tu conducta intachable?
7 ¡Recuerda! ¿Qué inocente jamás ha perecido? ¿dónde han sido los justos extirpados?
8 Así lo he visto: los que labran maldad y siembran injuria, eso cosechan.
9 Bajo el aliento de Dios perecen éstos, desaparecen al soplo de su ira.
10 Ruge el león, brama la leona, mas los dientes de los leoncillos quedan rotos.
Elifaz reprende a Job