Page 716 - Biblia el Unico Dios
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 6 me he hecho yo proverbio de las gentes, alguien a quien escupen en la cara. 7 Mis ojos se apagan de pesar, mis miembros se desvanecen como sombra.
8 Los hombres rectos quedan de ello asombrados, contra el impío se indigna el inocente;
9 el justo se afianza en su camino, y el de manos puras redobla su energía.
10 Pero, ustedes todos, volved otra vez, ¡no hallaré un solo sabio entre ustedes! 11 Mis días han pasado con mis planes, se han deshecho los deseos de mi corazón.
12 Algunos hacen de la noche día: se acercaría la luz que ahuyenta las tinieblas. 13 Mas ¿qué espero? Mi casa es el seol, en las tinieblas extendí mi lecho.
14 Y grito a la fosa: «¡Tú mi padre!», a los gusanos: «¡Mi madre y mis hermanos!»
15 ¿Dónde está mi esperanza? y mi felicidad ¿quién la divisa?
16 ¿Bajarán conmigo al reino de la muerte, para que juntos reposemos en el polvo?
Job 18
1 Bildad de Súa tomó la palabra y dijo:
2 ¿Cuándo pondrán freno a las palabras? Reflexionad, y después hablaremos.
3 ¿Por qué hemos de ser tenidos como bestias, y a sus ojos somos impuros?
4 Oh tú, que te desgarras en tu ira, ¿la tierra acaso quedará por ti desierta, se moverá la roca de su sitio?
5 Sí, la luz del malvado ha de apagarse, ya no brillará su ardiente llama.
6 La luz en su tienda se oscurece, de encima de él se apaga la candela.
7 Se acortan sus pasos vigorosos, le pierde su propio consejo.
8 Porque sus pies le meten en la red, entre mallas camina.
9 Por el talón le apresa un lazo, el cepo se cierra sobre él.
10 Oculto en la tierra hay un nudo para él, una trampa le espera en el sendero.
11 Por todas partes le estremecen terrores, y le persiguen paso a paso.
12 El hambre es su cortejo, la desgracia se adhiere a su costado.
13 Devora el mal su piel, el Primogénito de la Muerte roe sus miembros.
14 Arrancado es también de la paz de su hogar y llevado a rastras ante el rey del terror.
15 Se prende fuego a su casa; sus posesiones son rociadas con azufre.
16 Por abajo se secan sus raíces, por arriba se amustia su ramaje.
17 Su recuerdo desaparece de la tierra, no le queda nombre en la comarca.
18 Lo arrojarán de la luz a las tinieblas; lo expulsarán de este mundo.
19 Ni prole ni posteridad tiene en su pueblo, ningún superviviente en sus moradas.
20 De su fin se estremece el Occidente, y el Oriente queda preso de terror.
21 Tan sólo esto son las moradas del impío, tal el lugar del que a Dios desconoce.
Bildad describe la suerte de los malos




































































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