Page 776 - Biblia el Unico Dios

3 porque tú eres mi refugio, torre fuerte frente al enemigo.
4 ¡Que sea yo siempre huésped de tu tienda, y me acoja al amparo de tus alas!
= Pausa. =
5 Porque tú, oh Dios, oyes mis votos: tú me otorgas la heredad de los que temen tu nombre.
6 A los días del rey añade días, sus años, generación tras generación.
7 y que reine siempre con tu bendición. Cuídalo con tu amor y fidelidad;
8 Entonces salmodiaré a tu nombre para siempre, día tras día cumpliré mis votos.
Salmo 62
Dios, el único refugio
Del maestro de coro... Jedutún. Salmo. De David.
1 Sólo en Dios encuentro paz; mi salvación viene de él.
2 Sólo él me salva y me protege. No caeré, porque él es mi refugio.
3 ¿Hasta cuándo atacaran a un solo hombre, le abatirán, ustedes todos, como a
una muralla que se vence, como a pared que se desploma?
4 Sólo piensan en derribarme; su mayor placer es la mentira. Me alaban con los
labios, pero me maldicen con el pensamiento.
= Pausa. =
5 Sólo en Dios encuentro paz; mi esperanza viene de él.
6 Sólo él me salva y me protege. No caeré, porque él es mi refugio.
7 De Dios dependen mi salvación y mi honor; él es mi protección y mi refugio. 8 ¡Pueblo mío, confía siempre en él! ¡Háblenle en oración con toda confianza!
¡Dios es nuestro refugio!
= Pausa. =
9 El hombre es pura ilusión, tanto el pobre como el rico; si en una balanza los pesaran juntos, pesarían menos que nada.
10 No se fíen de la opresión, no se ilusionen con la rapiña; a las riquezas, cuando aumenten, no apeguen el corazón.
11 Dios ha hablado una vez, dos veces, lo he oído: Que de Dios es la fuerza,
12 tuyo, Señor, el amor; y Que él recompensa a cada uno conforme a lo que haya hecho.
Salmo 63
Dios, satisfacción del hombre
Salmo. De David. Cuando estaba en el desierto de Judá.
1 ¡Dios mío, tú eres mi Dios! Con ansias te busco, tengo sed de ti;
mi ser entero te desea, cual tierra árida, sedienta, sin agua.
2 Como cuando en el santuario te veía, al contemplar tu poder y tu gloria,
3 tu amor es mejor que la vida, mis labios te glorificaban,
4 así quiero en mi vida bendecirte, levantar mis manos en tu nombre;
5 Quedaré muy satisfecho, como el que disfruta de un banquete delicioso, y mis labios te alabarán con alegría.
6 Cuando pienso en ti sobre mi lecho, en ti medito en mis vigilias,