Page 800 - Biblia el Unico Dios

11 El Señor (יהוה), conoce los pensamientos del hombre, que no son más que un soplo.
12 Dichoso el hombre a quien corriges tú, YAH (יהוה), a quien instruyes por tu ley,
13 para darle descanso en los días de aflicción, mientras se cava para el impío el hoyo.
14 El Señor (יהוה) no dejará a su pueblo, no abandonará a su heredad;
15 sino que el juicio volverá a la justicia, y en pos de ella todos los de recto corazón.
16 ¿Quién se alzará por mí contra los malvados? ¿quién estará por mí contra los que hacen iniquidad?
17 Si el Señor (יהוה) no viniese en mi ayuda, yo estaría ya en el silencio de la muerte.
18 Cuando digo: «resbala mi pie», tu amor, Señor (יהוה), me sostiene;
19 En medio de las preocupaciones que se agolpan en mi mente, tú me das consuelo y alegría.
20 ¿Eres aliado tú de un tribunal de perdición, que erige en ley la tiranía?
21 Se atropella la vida del justo, la sangre inocente se condena.
22 Mas el Señor (יהוה) es para mí una ciudadela, mi Dios la roca de mi amparo; 23 él hará recaer sobre ellos su maldad, los aniquilará por su malicia, el Señor .nuestro Dios, los aniquilará ,)יהוה(
Salmo 95
Cántico de alabanza y de adoración
1 Vengan, cantemos gozosos al Señor (יהוה), aclamemos a la Roca de nuestra salvación;
2 con acciones de gracias vayamos ante él, aclamémosle con salmos.
3 Porque es el Señor (יהוה) Dios grande, Rey grande sobre todos los dioses;
4 en sus manos están las profundidades de la tierra, y suyas son las cumbres de los montes;
5 suyo el mar, él mismo lo hizo, y la tierra firme que sus manos formaron.
6 Entren, adoremos, prosternémonos, ¡de rodillas ante el Señor (יהוה) que nos ha hecho!
7 Porque él es nuestro Dios, y nosotros el pueblo de su prado, el rebaño de su mano. ¡Oh, si escucharas hoy su voz!:
8 «No endurezcan su corazón como en Meribá, como el día de Masáh en el desierto,
9 donde me probaron sus padres, me tentaron aunque habían visto mi obra.
10 «Cuarenta años estuve disgustado con aquella generación, y dije: Pueblo son de corazón torcido, que mis caminos no conocen.
11 Y por eso en mi ira juré: ¡No han de entrar en mi reposo!»