Page 819 - Biblia el Unico Dios
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82 Mis ojos se consumen esperando tu promesa, y digo: «¿Cuándo vendrás a consolarme?»
83 Aunque soy un viejo inútil y olvidado, no me he olvidado de tus leyes.
84 ¿Cuántos serán los días de tu siervo? ¿cuándo harás justicia de mis perseguidores?
85 Los soberbios han cavado fosas para mí en contra de tu ley.
86 Todos tus mandamientos son verdad, con mentira se me persigue, ¡ayúdame! 87 Poco falta para que me borren de la tierra, mas yo tus ordenanzas no abandono.
88 Según tu amor dame la vida, y guardaré el dictamen de tu boca.
89 Para siempre, Señor (יהוה), tu palabra, firme está en los cielos.
90 Por todas las edades tu verdad, tú fijaste la tierra, ella persiste.
91 Por tus juicios subsiste todo hasta este día, pues todas ellas te sirven.
92 Si tu ley no hubiera sido mi delicia, ya habría perecido en mi miseria.
93 Jamás olvidaré tus ordenanzas, por ellas tú me das la vida. 94 Tuyo soy, sálvame, tus ordenanzas voy buscando.
95 Los malvados esperan el momento de destruirme, pero yo estoy atento a tus mandatos.
96 De todo lo perfecto he visto el límite: ¡Qué inmenso es tu mandamiento!
97 ¡Oh, cuánto amo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
98 Más sabio me haces que mis enemigos por tu mandamiento, que por siempre es mío.
99 Tengo más prudencia que todos mis maestros, porque mi meditación son tus dictámenes.
100 Poseo más cordura que los viejos, porque guardo tus ordenanzas.
101 Retraigo mis pasos de toda mala senda para guardar tu palabra.
102 De tus juicios no me aparto, porque me instruyes tú.
103 ¡Cuán dulce al paladar me es tu promesa, más que miel a mi boca!
104 Por tus ordenanzas cobro inteligencia, por eso odio toda senda de mentira. 105 Para mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi sendero.
106 He jurado, y he de mantenerlo, guardar tus justos juicios.
107 Humillado en exceso estoy, Señor (יהוה), dame la vida conforme a tu palabra. 108 Acepta los votos de mi boca, Señor (יהוה), y enséñame tus juicios.
109 Siempre estoy en peligro de muerte, pero no me olvido de tu enseñanza.
110 Me tienden un lazo los impíos, mas yo no me desvío de tus ordenanzas.
111 Tus dictámenes son mi herencia por siempre, ellos son la alegría de mi corazón.
112 Inclino mi corazón a practicar tus preceptos, recompensa por siempre.
113 Odio a la gente hipócrita, pero amo tu enseñanza.
114 Mi refugio y mi escudo eres tú, yo espero en tu palabra.
115 ¡Apartaos de mí, malvados, quiero guardar los mandamientos de mi Dios! 116 Sosténme conforme a tu promesa, y viviré, no defraudes mi esperanza.