Page 90 - Biblia el Unico Dios
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24 El granizo y los rayos mezclados con el granizo cayeron con fuerza tan extraordinaria que nunca hubo semejante en toda la tierra de Egipto desde que comenzó a ser nación.
25 El granizo hirió cuanto había en el campo en todo el país de Egipto, desde los hombres hasta los ganados. El granizo machacó también toda la hierba del campo, y quebró todos los árboles del campo.
26 Tan sólo en la región de Gosen, donde habitaban los israelitas, no hubo granizo.
27 Faraón hizo llamar a Moisés y a Aarón y les dijo: «Ahora sí, he pecado; El Señor (יהוה) es el justo, y yo y mi pueblo somos inicuos.
28 Rueguen al Señor (יהוה) que cesen ya los truenos y el granizo; y los dejaré salir. No tendrán que quedarse más tiempo aquí.»
29 Moisés le respondió: «Cuando salga de la ciudad extenderé mis manos hacia el Señor (יהוה), cesarán los truenos, y no habrá más granizo, para que sepas que .)יהוה( la tierra es del Señor
30 Pero bien sé que ni tú ni tus siervos temen todavía al Señor (יהוה), Dios.»
31 Fueron destrozados el lino y la cebada, porque la cebada estaba ya en espiga, y el lino en flor.
32 El trigo y el centeno no fueron destrozados por ser tardíos.
33 Dejando a Faraón, salió Moisés de la ciudad, extendió las manos hacia el Señor (יהוה), y cesaron los truenos y granizos, y no cayó más lluvia sobre la tierra.
34 Cuando Faraón vio que había cesado la lluvia, el granizo y los truenos, volvió a pecar, endureciendo su corazón, tanto él como sus siervos.
35 Se endureció el corazón de Faraón y no dejó salir a los israelitas como el Señor (יהוה) había dicho por boca de Moisés.
Éxodo 10
La plaga de langostas
1 Dijo el Señor (יהוה) a Moisés: «Ve a Faraón, porque he endurecido su corazón y el corazón de sus siervos, para obrar estas señales mías en medio de ellos;
2 y para que puedas contar a tu hijo, y al hijo de tu hijo, las cosas que yo hice en Egipto y las señales que realicé entre ellos, y así sabrán que yo soy Dios.»
3 Fueron Moisés y Aarón donde Faraón y le dijeron: «Así dice el Señor (יהוה), el Dios de los hebreos: ¿Hasta cuándo te resistirás a humillarte ante mí? Deja salir a mi pueblo para que me adore.
4 Si te niegas a dejar salir a mi pueblo, mira que mañana traeré langostas sobre tu territorio;
5 y cubrirán la superficie del país, de modo que ni podrá verse el suelo. Devorarán lo que les quedó de la granizada, y comerán todos los árboles que crecen en el campo.