Page 12 - 24 Horas en Movimiento Digital Edición 12-02-2024
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12                                        REPORTAJE                                                       Lunes 12 de Febrero
                                                                                                                     Santa Cruz, Bolivia

                                                                                                                               del 2024

                                                                     Carnaval chapaco:
                                                                                                                             Recuerdo d





                                                                                                                                sabor del





























                    asados los días de  ces”. “En todas las casas buscá-
                    los disfraces y las  bamos los cascarones que jun-
                    fiestas más moder-  tábamos durante casi todo el
                    nas relacionadas a  año y se rellenaban con agua de
          Pcompadres y coma-           albahaca y agua florida” relata
          dres, los días centrales del Car-  Luisa Vaca, quien a sus ochenta
          naval toman esencia tradicional  años aún recuerda las vivencias
          y se viven, sobre todo, en el  de la época “más colorida y
          campo. El carnaval de  Tarija  chura del año”.
          siempre fue uno de los más re-  Cuenta que los cascarones
          nombrados, tanto en antaño  constituyeron la actividad más
          como en la actualidad y en eso,  divertida de los juegos carnava-
          el recuerdo de nuestros abuelos  leros, sin embargo algunas
          pasa por ser imprescindible.   veces por el mal uso o simple-
            Dicen que hace muchos  mente por la mala suerte causa-
          años atrás el Carnaval signifi-  ron desgracias en los ojos de los
          caba el principal afán, todos se  niños y jóvenes. “Éste fue el
          conocían y ya había tradiciona-  principal motivo para que la
          les personalidades carnavaleras.  práctica se perdiera”, dice
          De esta manera, se organizaban  Luisa.
          las comparsas, se definían los   Otra característica del carna-
          nombres, se acordaban los dis-  val de antaño eran las tinajas de
          fraces y se elegían a los padri-  chicha, muy solicitadas en los
          nos, nombrando siempre a los  barrios San Roque, el Molino y
          más “pudientes”, reconocidos  la Pampa. Toda esta alegría y
          por su entusiasmo y generosi-  preparación, según Vaca, explo-
          dad.                         taba en colores el domingo de
            “Una tengo y dos busco;  Carnaval, día en que las com-   lando todo el trayecto a lo largo  florada, personalidades como  cuenta Luisa.
          trencitas quiero tener, una pa´ la  parsas salían a relucir sus her-  de la calle General Trigo, Sucre  Juan de Dios Shigler, José Sosa,   El Club Social, famoso en
          cabecera y otrita pa´ los pies”,  mosos disfraces al ritmo de las  y a las dos de la tarde el bullicio  Jesús Gaite, Juan Choque y tan-  esa época, abría sus puertas y
          coplea el profesor Ciro Fernán-  orquestas. “Cada uno de los in-  se hacía más fuerte. “Aparecía  tos otros con hermosas guita-  luego de la entrada comenzaba
          dez, recordándonos que ya ini-  tegrantes llevaba su nombre im-  el primer carro alegórico, que  rras, mandolinas y violines,  la más hermosa fiesta de fanta-
          cia el carnaval chapaco que  preso en cintas y cantaban  encabezaba la comparsa y co-    llenaban los espacios con sus  sía, donde todos sin diferencia
          desde hace muchos años atrás  jocosos estribillos en honor a su  menzaba la entrada”, relata  melodías, cubiertos de serpenti-  de edad compartían el baile y
          se ha vivido con gran derroche  comparsa”, relata.         emocionada.                   nas.                          las risas. “Terminado esto las
          de alegría en nuestra tierra tari-  Luego del mediodía los gru-  El escritor Agustín Morales   Más atrás ingresaba Adolfo  comparsas junto a sus bandas de
          jeña.                        pos se concentraban en las altu-  cuenta en su libro “Estampas de  Schnor vestido de niño y ma-  música se recogían bailando.
            Cuentan nuestros abuelos  ras de San Roque, algunos a  Tarija” que las comparsas entra-  mando un enorme biberón de  Detrás de ellas una fila de niños
          que muchas tradiciones del car-  caballo, otros en burro, a pie o  ban metiendo bulla y cantando  cerveza. Finalmente hacían su  acompañaba su paso porque los
          naval de antaño se fueron per-  los que tenían más recursos en  los estribillos de su grupo. Los  ingreso las comparsas populares  jóvenes de los grupos iban ti-
          diendo; tales como jugar con  autos engalanados de colorida  nombres de dichos grupos eran  de las lindas san roqueñas con  rando “chauchitas”, las que
          cascarones de huevo rellenos  fantasía. Los jóvenes y adultos  muy jocosos como: “Corazones  polleras bien enfloradas y caras  consistían en moneditas de
          con agua de flores, tirar “chau-  iban acompañados de orquestas,  sin rumbo”, “Los tres tristes ti-  pintadas, “todas ellas iban  corte sencillo”.
          chitas” y buscar padrinos de  guitarras, serpentina, mixtura y  gres”, “Sin chicas ni padrinos”,  acompañadas de sus esposos o   “Chauchita, chauchita, gene-
          comparsa, entre otras.       matracas. “Todo era bueno para  “Los Boquerones” y muchos  parejas que llevaban la manta  rosa chauchita” anunciaban y se
            Otra cosa que destacaba era  meter bulla”, dice Luisa.   otros similares.              alrededor de sus hombros. Lle-  arremolinaban los muchachos
          el gran trabajo para las costure-  La entrada del corso       Luego de pasar los diversos  vaban chacras, banderas de co-  para alcanzar las monedas que
          ras “confeccionar los disfra-   Los grupos recorrían bai-  autos con la capota abierta y en-  lores y las infaltables guitarras”,  por costumbre votaban a veces
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