Page 2 - 24 Horas en Movimiento Digital Edición 29-10-2025

El país que no cuida
La sociedad boliviana no
podrá avanzar en igualdad
ni justicia mientras el
trabajo del cuidado siga
siendo invisible, no
remunerado y delegado
casi por completo a
las mujeres.
EDITORIAL
En Bolivia, cuidar sigue
siendo tarea de mujeres y
asunto invisible para el
Estado.
l 29 de octubre, por primera vez, el La pandemia de la COVID-19 solo hizo visible lo que
mundo conmemora el Día Internacio- ya era evidente: sin cuidados no hay sociedad que fun-
nal de los Cuidados y el Apoyo, una cione. Cuando las escuelas cerraron, fueron las mujeres
fecha que la ONU ha decidido instaurar quienes sostuvieron la educación desde las casas; cuando
para reconocer uno de los pilares más los hospitales colapsaron, ellas estuvieron al frente de los
olvidados de toda sociedad: el trabajo, enfermos; cuando la economía se paralizó, siguieron tra-
Ecasi siempre invisible, que sostiene la bajando para que la vida cotidiana no se detuviera. Pero
vida. Cuidar no es solo atender a los enfermos, criar a los una vez pasada la emergencia, todo volvió a la “norma-
hijos o acompañar a los mayores; es el acto más profundo lidad” de siempre: la del olvido.
En un país que aspira a la igualdad, cuidar debe
de humanidad y también el más desigualmente repartido.
En Bolivia, hablar de cuidados es hablar de mujeres. dejar de ser un sacrificio y convertirse en un derecho
De madres, hijas, abuelas y hermanas que se levantan y un trabajo digno. Se necesitan guarderías públicas,
antes del amanecer para sostener hogares enteros sin re- programas de respiro para cuidadores, licencias
cibir nada a cambio. De maestras y enfermeras que traba- compartidas entre hombres y mujeres, incentivos
jan en condiciones precarias, con sueldos bajos y poco fiscales para la corresponsabilidad familiar y,
reconocimiento. De millones de mujeres que realizan un sobre todo, una nueva mentalidad que entienda
trabajo indispensable para la sociedad pero que el Estado que cuidar no es un asunto “femenino”, sino
ni ve ni valora. De algunos hombres también, sí, pero la profundamente humano.
inmensa mayoría son mujeres. Bolivia no es un país pobre por falta de re-
El cuidado es una de las grandes deudas del país: no cursos, sino por falta de prioridades. Y pocas
existe una política pública integral de cuidados. No hay prioridades son tan urgentes como construir
estadísticas confiables, ni presupuestos definidos, ni pro- una economía del cuidado, que reconozca
gramas que reconozcan este esfuerzo como parte del sis- su valor y devuelva dignidad a quienes la
tema económico y social. El cuidado —que debería ser sostienen en silencio.
una responsabilidad colectiva y compartida— se ha con- Quizás algún día, cuando cuidar se
vertido en un asunto privado, casi doméstico, y por tanto, valore tanto como producir o compe-
en una fuente silenciosa de desigualdad. tir, podremos decir que vivimos en
El resultado es un círculo perverso: las mujeres cargan una sociedad verdaderamente justa.
con el peso del cuidado, lo que les impide acceder a em- Hasta entonces, seguiremos siendo
pleos formales, educación continua o participación polí- —como hoy— un país que no
tica, y al mismo tiempo, esa ausencia se usa como excusa cuida a quienes cuidan.
para mantenerlas fuera de los espacios de poder. Mientras
tanto, el Estado y la sociedad se benefician de ese trabajo
gratuito sin asumir ninguna obligación.
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