Page 105 - Centenario
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La Reverend'isima Madre Marie Tlieiese de Lesciire, con sus Asistentas Generales: Senlaclas: R. M. Dalti que goherno la Sociedad conw Vicaria General durante la guerra 1030-45, fallecida en 1054. R. M. Zurstrassen. Encargada de la Prohacidn. De pie: R.M. Benziger y R. M, Iturralde, fallecida en 1057.
LA RVDMA. MADR MARIE THERESE DE LESCURE
una religiosa ejemplar
Cuando nos fallaha muy poco para (lar por terminada esia tneinoria, jalle:io en Roma la Kvdma. Madre di Lescure, Superiora General que con tanto acierlo, con tan amplio y ardiente espiritu de amor al Corazon de Jesus y a las almas, dirigio la Sociedad. Con carifio filial ofrecemos como liomenaje y recuerdo de su vida y obra, el articulo de Mons. Andres Baron, Rector de San Luis de los Franceses, puhlicado por LOsserva- tore Romano, a fines de enero de 1938.
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Al liablar con la Rvdma. Madre cle Lescure, no podia uno menos de senlirse sorprendido por Ires cual'dades de su conversacion, que traducian su pro­ funda personalidad: Comprendia a medias palabras y reflexionaba rapida y profundamente. Daba a co- nocer su pensamiento con tanla humildad como fir- meza. Dejaba traslucir la llama que ardia en su corazon.
En esla gran religiosa se Iiermanaban el agui- la y la paloma. Era una naturaleza superior que el Senor se babia atraido a su servicio irrevocable- mente. Y se la babia alraido joven. A los 19 anos Marie Therese de Lescure dejaba su familia —una numerosa familia de rancia nobleza francesa— para entrar en el noviciado de la Sociedad del Sagrado Corazon de Jesus, que Santa Magdalena Sofia lia-
bia fundado en 1800. Esa decision liacia tiempo qae venia maduranclo. La Providencia babia presidido a su elaboracion baciendo respirar a la nifia predes- Hnada el aire que debia alimentar loda su vida, ese aire que se difunde en Paray-le-Monial —donde vi- vian los de Lescure-^ impregnado de los encendidos llamamienlos del Corazon de Crislo a Santa Mar­ garita Maria de Alacoque, En el secreto del alma de la adolescente que se daba a Dios sin reservas, estaba ya prendido el fuego que la inflamaria toda su vida: bacer conocer, por una fidelidad mas y mas generosa y por una accion mas y mas fecunda y extensa, las inagotables riquezas de amor conleni- das en el Corazon de Jesus,
De esia fidelidad le fue pedido un primer tes- limonio: en 1905, la ley cle separacion de la Iglesin























































































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