Page 17 - Centenario
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 do triunlo. nnucatlas por una luer/.a nta^nilita d(‘ txpaiision. hnlre las cuarenla y clos casas aliicrlas por ella si- ciiontan las prinieras <le Australia, Ar- genliiia y Moxiro, poro ya desclc 1880 se aniincia en Francia la pcisccucion religiosa quc debia esia liar mas aclelantc. Olro aconlecimienlo fausli'simo fue la aperUira cle la tnmba cle la veneracia t’uiicla- clora > la inlrocluccion cle los procesos canonicos. Con entusiasino cxlraordinario celebraron sus reli- giosas primero las boclas cle oro y luego las cle clia- nianlc de sii Madre; eii esta ultima feclia (1893) las estadislicas acusaban un total de 6,272 religio- sas. Se aproximaba la bora de la recompensa, bien merecida, por la que llevaba con tan rara energia el
peso de sus oclienta y siete anos. Sus ultimas lec- ciones, eco de las de su vida entera, repetian las pa- labras de San Juan: Hijitas mias, amaos las unas a las oiras. . .
La Madre Augusta cle Sartorius. alemana, ba- bia tenido que enbentarse clesde 1873 con el pro pio Bismark. que mandaba clausurar nuestra casa de Marientbal (W estfalla), baciendonos el bonor de consiclerar a las Religiosas del Sagrado Corazon peligrosas para el Estado por su adhesion al \i- cario de Cristo y su afinidad con los Jesuitas. Des­ pues estuvo de Vicaria en Luisiana y era Asistenta General desde 1886. Cuanclo era inminente su elec- cion para el gobierno de todo el Instituto, las Madres Capitulares pidieron consejo al Cardenal Richard, Arzobispo de Paris, porque todo podia temerse de la salud tan quebrantada cle la Madre de Sartorius.
Aunque no bubiera de vivir sino dos anos —-con- testo el Prelado— deberiais elegirla, por el gran bien cjue ba de bacer”. Solo resistio once meses y moria en 1895, clespues cle realizar la fundacion de Joigny y establecer en la Casa Madre la adoracion perpetua al Santisimo Sacramento.
El 25 de agosto de 1895 tomaba el timon una Su- periora que, por sus antecedentes familiares y sus cualiclades de naturaleza y gracia, se veia singular- mente capacilada para afrontar las tormentas de aquel periodo “desastroso”. La Rvclma. Madre /ose- fina Mabel Digby babia nacido en Inglaterra de familia protestante; convertida al catolicismo a los diez y ocbo anos, en presencia del Senor, expuesto en una iglesia de Francia, (donde la babian intro- ducido, por sorpresa, amigas oficiosas), vio f;n se- guida c(ue la consecuencia logica de aquel pasc era su ingreso en la vida perfecta. No defraudo el porvenir las bellas promesas de estos comienzos y la eximia Vicaria de Inglaterra fue llamada a gobernar el Instituto despues de la Madre de Sartorius. El periodo que sigue iba a ser mas borrascoso que nin- guno de os precedentes, pero tuvo el consuelo de vi- sitar casi todas las casas de Europa y las de Ame­ rica del Norte; de reunir a las Superioras, a las Maestras Generales y a las de Estudios y de celebrar el primer centenario del Instituto en ambiente calido de benevolencia singular por parte de S,S. el Papa Leon XIII y del Episcopado, asi como de entusiasmo
sincero entre nuestros amigos. Para colmo de dicbas, esas fiestas coincidian con la consagracion del mundo al Corazon de Jesus.
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MATER ADMIRABILIS. cuya imagen se venera en todas las casas del Sagra^Io Corazon del mundo. y es la gran deuocion de las alumnas.
Pero al “Hosanna iba a seguir en breve el “Crucifige” : las leyes que la masoneria multiplicaba en Francia desde bacia veinle anos babian madura- do sus frutos en esos umbrales del siglo X X . Solo la casa de Amiens pudo aun conmemorar. en 1901, el cenlenario de su fundacion. Desde esa fecba bas- ta 1909 tuvo la Rvdma. Madre Digby el dolor de ver como se cerraban cuarenta y seis casas francesas, en plena actividad apostolica. Flubo de buscar asilo a las casi 3,000 religiosas que las poblaban y, en su afan de ofrecer al Corazon divino compensacion por tantos sagrarios forzosamente abandonados, abno otros sesenta y uno en las distintas partes del mundo: Bogota (1907) y Tokio (1908) entre ellos. Aun exislia una casa en F’rancia, la cle Conflans, cuando se aizo la aurora de la glorificacion de la bumildi- sima Fundadora. Sus restos, trasladados a Jette
(Bruselas), cuando empezo la persecucion, fueron exbumados en marzo de 1908 y ballados nuevamente intaclos. Pocas semanas despues, el 24 de mayo, S,S. el Papa Pio X daba al Instituto uno de sus me-
























































































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