Page 90 - La Vida en el Sagrado Corazón
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LA PROCESION DE LAS OFRENDAS
Al acabar el mes de mayo, nos pregunfattios icual seria la practica de junio? Pronto se disipo la incognita “vivirlamos nuestra Misa" durante este Mes, con sus oraciones su ofertorio, su consagracion, su Comunion. Con toda generosidad abra- zamos desde este momento esos detolles del Reglamento: silencio, exactitud, que son nuestro Ofertorio en la vida del Colegio. A medida que el tiempo avanzaba la practica iba siendo mas estricta, pero nuestro entusiasmo la superaba, y sobio- mos ya que el premio seria la “Procesion de Ofrendas”. Esta Procesion esta ins- pirada en la costumbre de los primeros cristianos, que colaboraban con sus ofren­ das a la celebracion del Santo Sacrificio del Altar. jQue emocion poder llevar en nuestras manos el pan y el vino que se convertiran en Jesus. . .
La vispera del Sagrado Corazon hariamos los escrutinios, y la nifia que ob- tuviera mas votos llevaria el caliz, la siguiente la patena, y osi sucesivamente. . . 9:00 a.m. Ilega la Maestro General. Unas breves palabras insistiendo en la importancia del acto; “que no sea un simbolo sino una realidad”, que conjunta- mente con las ofrendas presenten sus esfuerzos, sus sacrificios, todo su haber y poseer, y sobre todo asimismos, para que se transformen en Jesus la Victima Divina del Sacrificio. Despues... Veni Sancti Spiritu... Se reparten los papeles “En presencia de Jesus y de mi Madre Inmaculada, doy mi voto a. . ., que es la que a mi juicio ha hecho mas esfuerzos. .
Llego el gran dfa; el gran Momento. La Capilla esta repleta de nirias con sus velos blancos el Coro entona el "Te juramos amor. . Mientras pausodamen- te avanza la Procesion. No se sabe si son nirias o son Angeles. Sus uniformes blancos tienen albura de nieve. Encabeza el cortefjo Ada Martinez, que Neva el Caliz: (Que real era su ofrenda; un mes despues se consagraba al Senor); le seguia Rosa Maria Milian con la Patena, Silvia Leal con el Copon, la portadora del Misal, el Atril, los candeleros, el Crucifijo, las campanas, las vinageras, los mgnteles, los corporales. El Rdo. Padre Valdes nos espera en las grades del presbiterio. A su lado el Rdo. Padre Varela. Todas nos colocamos en el Comulga- torio, y levantando nuestras ofrendas empezamos, en union con nuestras com- paiieras; “Con espfritu de humildad y corazon contrito seamos recibidos por Ti, Senor, y de ta! manero se ha pfrecido hoy nuestro sacrificio en tu presencia que te sea agradable. Ofrecemoste, Serior, el caliz de salvacion implorando tu cle- mencia para que con suave fragancia suba ante el acatamiento de tu Divina Ma- jestad, por nuestra salvacion y la de todo el npundo. Ven, Dios'Santicodor, Omni- potente y Eterno y bendice este Sacrificio preparado a tu nombre". Las 700 voces se confunden en una sola, todos los ojos fijos en el Sagrario donde Jesus-Hostia recibe nuestro homenaje.
Nuestros Capellanes depositan las ofrendas en el desnudo altar. Con que fervor participamos de esta Misa en la que tanta parte habiamos tornado. Trabajo nos costo dejar la Capilla. Jesus, desde el Sagrario, nos repetia; “He oqui que Yo estare con vosotros' hosta la consumacion de los siglos".
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