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33www.i-am-magazine.comNos llenamos de discursos sobre empat%u00eda, pero %u00bfrealmente la practicamos?, no es solo una palabrabonita para compartir en redes sociales; es un compromiso diario con nosotras mismas y con lasdem%u00e1s. Es evitar la cr%u00edtica destructiva, la comparaci%u00f3n innecesaria, la invalidaci%u00f3n de los sentimientosajenos. Es comprender que no todas luchamos por lo mismo ni de la misma forma, pero que todasmerecemos respeto y apoyo.Me sorprende que, incluso en esos d%u00edas de conmemoraci%u00f3n, seamos nosotras mismas quienes nosjuzgamos por la manera en que elegimos vivir esta fecha. Algunas prefieren marchar y levantarpancartas; otras, reflexionar en silencio; y otras, celebrar sus propias victorias personales. Ninguna deestas formas es err%u00f3nea, porque cada lucha tiene su valor. Hay quienes han logrado derechoshist%u00f3ricos, como Matilde Hidalgo de Procel, quien hace casi un siglo permiti%u00f3 que las mujeres enEcuador pudieran ejercer su derecho al voto.Pero tambi%u00e9n hay mujeres que han librado batallas menos visibles, menos documentadas, pero igual designificativas: la que logr%u00f3 salir de una relaci%u00f3n t%u00f3xica, la que se atrevi%u00f3 a estudiar una carreradominada por hombres, la que venci%u00f3 sus propios miedos para hablar en p%u00fablico, la que decidi%u00f3 criar asus hijos sola sin renunciar a sus sue%u00f1os.