Page 138 - LIBRO LA NCHE TRAGICA SANTACRUZ
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          padre. Era una orgullosa cruceña y querendona de su ciudad, para
          defender a su pueblo del centralismo. Asimismo, se comentó que era
          la primera vez que una mujer lideraba la lucha por el sillón municipal
          en una ciudad donde los candidatos eran todos hombres. Luego de
          las dos desgracias en su vida, Fátima Campos continuó su lucha por
          la igualdad, por buscar culpables y no encarcelar a inocentes.

          Fue en aquellos días que ella ayudaba y brindaba su apoyo a aquellas
          familias desprotegidas que eran desalojadas de sus viviendas, a cien-
          tos de familias que eran engañadas por traficantes de tierras. Descu-
          brió que la corrupción llegaba a niveles insospechados. Pudo ver con
          sus ojos un caso de unas cien familias engañadas por traficantes de
          tierras que vendieron y revendieron una urbanización en la zona este
          de la Ciudad de los Anillos. Es decir, se sospechaba que algunas au-
          toridades estaban involucradas por permitir estos delitos. El modus
          operandi, según testimonios de los afectados, era falsificar documen-
          tos, construir una urbanización y luego ellos mismos ordenaban el
          desalojo. Aquí había gato encerrado, ese fue el caballito de batalla
          de Fátima Campos en su exitosa campaña electoral que la llevó a
          ganar el sillón municipal.

          En algunos informativos se veía a cientos de familias que eran desa-
          lojadas y condenadas a buscar un nuevo lugar para vivir. Las familias
          desalojadas se marchaban en destartalados camiones hacia barrios
          alejados, llevándose sus sueños y su trabajo de muchos años, sueñan
          que pueden volver a comenzar otra vez. A volver a soñar mientras
          los sinvergüenzas que las engañaron gozaban de sus hazañas en bu-
          fonadas nocturnas interminables.

          Nunca se vio a un concejal o una autoridad edilicia defender a las fa-
          milias que eran engañadas, brillaban por su ausencia y solo aparecían
          en las campañas electorales para pedir el voto. Lo mismo ocurría
          cuando asiduamente los medios televisivos mostraban imágenes de
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