Page 113 - SANTACRUZ LIBRO
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La trágica noche de Santacruz 101
siempre se los podía ver juntitos, tomados de las manos. En sus
miradas se advertía que ellos se amaban.
Mientras tanto, Gastón Durango y Floripondio Carbonero conti-
nuaban mimetizándose entre los seguidores de Arenal y luego in-
formaban todo a su jefe Capablanca. Pronto se unirá a sus fechorías
“El enmascarado de plata”.
La campaña presidencial fue, como se anticipó, despiadada. MNR,
ADN y MIR, más otros partidos de izquierda, de derecha y centro
derecha se sacaron chispas en los debates. Acusaciones iban y ve-
nían: el caso Huanchaca, las libras esterlinas, el caso narcovínculos
I y II, sobornos, crímenes y corrupción generalizada empañó los
debates televisivos. Arenal no entró en esa lógica.
Durante un debate emitido por un canal televisivo, Euclides dijo
que las acusaciones no servían de nada porque ya todo había pa-
sado y a nadie llevaron a la cárcel, porque existía un Estado per-
misivo, clanes familiares que socapaban los delitos, autoridades
corruptas que no enjuiciaban a nadie. “Planteo la cadena perpetua,
para quienes cometan crímenes, feminicidios, también debe haber
la sumatoria de delitos para quienes los encubran, (hizo alusión
oficial al Poder Judicial). Yo les aseguro –e hizo énfasis- que al
primero que sea sentenciado a cadena perpetua se acabarán muchos
delitos, porque todos tienen miedo a vivir encerrados toda su vida”.