Page 184 - LIBRO SANTACRUZ

172 La trágica noche de Santacruz

Al final “La banda de los cuatro” huyó sin rumbo fijo, al parecer se
dirigieron por la zona del río Surutú, cruzaron como pudieron las
aguas cristalinas de este río y se perdieron en la oscuridad.

Algunos testigos afirmaron que se internaron por Totaitú, otros de-
cían que se fueron por ese lado de Tarumatú y otros aseguraba n que
se marcharon por ese lado de Surutú. Tres días antes habían asaltado
una licorería en Warnes y otra en Montero, la Policía los buscaba por
aire, mar y tierra.

Pero llegó el momento de separarse.

Esto ocurrió en diciembre de 1995. Alejandra Centurión continuaba
estudiando en Nueva York, Euclides Santacruz saboreaba un nuevo
triunfo electoral, Fátima Campos fue elegida alcalde.

“Juan Sin Miedo” y “el Valiente” decidieron perderse del mapa
unos cuantos meses y luego se engancharon como zafreros en
Pueblo Nuevo.

Desde allí, Floripondio Carbonero y Gastón Durango rodaron por
pueblos perdidos del norte cruceño. Una mañana se internaron por
un cañaveral, fueron sorprendidos por el propietario de la hacienda
quien estuvo a punto de matarlos. Los dos se mostraron amables y
pidieron perdón y clamaron que les permita mostrar su habilidad
en el corte de caña que ellos lo aprendieron en el Norte argentino,
eran fornidos y eran capaces de cargar grandes cantidades de caña
a los camiones. Se rumoraba que ellos fueron zafreros en el inge-
nio de Bermejo, al sur de Bolivia, los chismes aseguraban que allí
mataron al capataz porque era un abusivo. Ellos culparon del delito
a LeoLuca Nerón.

“El Jichi” y Pascual Pascutini tomaron otro camino.