Page 214 - LIBRO SANTACRUZ

202 La trágica noche de Santacruz

terminó. Richard Sepúlveda, ayudado por su madre, abandona el
hospital, cruza la calle Cuéllar y admira por última vez la capital
cruceña. Mañana comienza una nueva vida en su añorado Santiago
de Chile, dentro de cuatro horas abordará una aeronave de LAN
Chile y se marchará lejos, para olvidar el pasado. En el otro bando,
Euclides Santacruz afila su estrategia de campaña para las eleccio-
nes municipales de 1995. “El Valiente” y “Juan sin Miedo” deam-
bulan buscando trabajo. “El Jichi” y “Tres PPP” cavan su tumba,
buscan pegas sin mucho éxito, van a formar la temible Banda de
los Cuatro, mientras que el país cambia de rumbo y se encamina al
proceso de capitalización.

Esta fue una dura lección para Euclides Santacruz, quien no se apartó
del sendero, pero fue aniquilado por personas que lo liquidaron por
ambición y envidia. ¿Eran historias paralelas? ¿El caso de Euclides
Santacruz y Alejandra Centurión, y el caso de Richard Sepúlveda y
Katty tenían algo de común? Sí, que eran historias paralelas. Se tra-
taba de dos estudiantes de Inteeso que iniciaron sus estudios con los
mismos propósitos, con la misma meta. Los estudiantes de Inteeso
se tomaron a pecho esta historia paralela, muchos afirmaron que Eu-
clides y Richard Sepúlveda eran seres diferentes, de distinto carácter,
de distintos hogares. Pero lo fundamental era que Katty y Alejandra
Centurión eran mujeres totalmente diferentes.

Como ya dijimos, la hija de Alain Centurión tenía una meta, era una
excelente alumna y amaba al diputado de Arenal, mientras que nada
se sabía sobre la vida de Katty, nada se conocía de su pasado. En
cuanto a Euclides y Richard, ambos excelentes estudiantes, con la
misma meta., pero…. Pero ambos pensaban diferente, incursionar en
la política le abrió los ojos al estudiante llegado de “El Paraíso Es-
condido”, quien vio que el mundo es ancho y de todos, que existen
muchas posibilidades en la vida. Pese a todo, el diputado de Arenal
en muchas ocasiones se mostraba pesimista de la vida, era un poco