Page 77 - LIBRO SANTACRUZ
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La trágica noche de Santacruz 65
proteger a ministros corruptos, a diputados y senadores, de golpes
de Estado. Cuando todos conocieron las pretensiones de Euclides
Santacruz para ser candidato presidencial, fue cuando un docente
les enseñó la geografía nacional y les explicaba en un mapa las
tres principales regiones geográficas de Bolivia. El maestro, muy
criterioso, impartía enseñanza a los alumnos haciendo hincapié
que ellos nacieron en un lugar privilegiado por el Gran Creador,
que este paraíso estaba muy lejos de la sede de gobierno, desde
donde se gobierna a todos.
“Vivimos gracias a Dios cerca de cuatro grandes cataratas de un
parque que tiene la mayor riqueza natural en flora y fauna de nues-
tro país. Algún día, no muy lejano, esta región dará mucho que ha-
blar, cuando se descubra su importancia”, decía con mucha
vehemencia el docente. Además, este bello pueblo es la envidia de
todos, ya que inventamos una forma de vida pacífica, hombres la-
boriosos y mujeres ejemplares.
-Es “El Paraíso Escondido”, nadie lo dude, dijo Benvenuti una
vez a sus amigos italianos, quienes viajaron desde Sicilia para
conocer este bello paraje. Los vecinos de este apacible pueblito
pagaban de su bolsillo a cuatro dedicados maestros, que impar-
tían una excelente enseñanza a los estudiantes, quienes luego se
trasladaban a San Ignacio de Velasco para continuar sus estudios
de secundaria en el colegio Seminario y en el liceo de señoritas
monseñor Rivero.
-Quiero que mi único hijo triunfe en la vida, -le dijo un día Anas-
tasio Santacruz a Joao Da Costa-, un comerciante que acababa de
comprar 300 terneros. “Tal vez usted crea que esto es una ilusión,
pero mi hijo tiene todo el viento a su favor, un padre que le puede
financiar una larga campaña electoral, estudiará arquitectura en la
Ciudad de los Anillos, en la mejor universidad.