Page 107 - ALEJANDRA
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Terminado el almuerzo, Alejandra y Ernesto conversaron
muy largo el tema de su fortuna y este le recomendó un
buen amigo de mucha confianza y con el cual, él ya
había hecho las diligencias del caso proponiéndole
ayudar a Alejandra más este último, según él había
dicho, acepto gustoso el negocio que don Ernesto le
ofreció, así es que él podía ayudar a que sus negocios
pudieran despegar más rápido de lo que ella pudiera
pensar, pero el costo de sus honorarios no serían muy
baratos, más esto según don Ernesto, le auguraba a ella
un buen futuro en el mundo de las finanzas.
Luego de eso, Alejandra se retiró agradecida de todo,
pero con algo más en su cuenta personal, que fue la
ganada amistad con la señora de la casa, doña Matilde,
quien le tomara a ella ahora más que nunca, un afecto
mucho más grande, del que Alejandra se pudiese
pensar.
El encuentro con Cancino en la iglesia de la concordia, es
a donde se dirigía ella luego del encuentro con aquel
hombre tan cínico como Don Ernesto, y en su corazón
solo esperaba recibir buenas noticias asi es que una vez
hay, Alejandra se sentó en una de las bancas, a esperar a
que apareciera Cancino para que ambos pudiesen
conversar.
De repente, desde atrás de ella, una voz resonó en sus
oídos llamando la atención de Alejandra.
- Como haz estado Alejandra- dijo Cancino, hablando
desde la banca que estaba detrás de ella.