Page 132 - ALEJANDRA
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Al  tiempo  en  que  todo  esto  pasaba  y  en  otra  ciudad  de
               ese  país,  un  hombre  con  un  maletín  en  la  mano,  se  hacía
               cargo  de cerrar  todas  las  cuentas  que  tenían  el  nombre
               de  lgnacio  Montessori,  por  supuesto  que  lo  hizo  estando
               todo  en  regla,  ya  que  fue  el  mismo  partido  quien  le
               permitió  crear  legalmente  a  ese  ciudadano  y  Esteban  no
               tuvo  más  que  hacer  que  llevar  toda  la  documentación
               para  que  las  cuentas  fueran  cerradas  y  el  dinero  fuera
               sacado  limpiamente  desde  los  bancos.

               También  se  le  vio  caminando  por  las  calles  del  centro  de
               la  misma  ciudad,  en  donde  esteban  había  retirado  el
               dinero,  a  una  mujer  de  vestido  elegante  y  de  sombrero
               ancho,  junto  con  su  amiga  paseando  muy  alegremente
               como  si  la  vida  fuera  un  dulce,  algunos  dicen  que  esa
               mujer  había  muerto,  otros  que  nunca  más  se  supo  de
               ella,  pero  la  verdad  es  que  ella  y  su  amiga  Luisa,  no
               opinan  lo  mismo  en  realidad,  pues  ambas  han  tenido
               mucha  suerte.

               Viven  de  manera  muy  reposada  junto  sus  nuevos
               esposos,  uno  de  ellos  posee  el  nombre  de  Ricardo
               bocheti  quien  es  un  dedicado  nuevo  hombre  de
               negocios,  y  también  con  el  que  le  sigue,  su  buen  amigo
               Esteban  García,  quien  también  es  un  nuevo  empresario
               muy  prometedor  la  verdad,  así  que  ambas  suelen  tomar
               él  te,  en  la  avenida  de  las  flores  en  el  café  de  Agustina,
               siempre  después  de  las  cinco  de  la  tarde  y  no  estaría  de
               más  decir,  que  en  más  de  alguna  ocasión,  más  de  una
               clienta,  ha  escuchado  en  las  conversaciones  de  estas
               amigas,  sin  querer  pronuncian  a  veces,  un  nombre  tan
               común  entre  las  mujeres,  como  el  de,  Alejandra.
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