Page 52 - TÚ SERÁS
P. 52
Magali García Oliva
Como siempre los turistas se agolpaban para ver la Gioconda.
–No lo veo –dijo Pierre– tal vez no pueda salir de donde esté.
Aún no había terminado de hablar cuando oímos una voz a nuestra espalda.
–Cariño.
Era Mauricio, me susurró que disimulara, que no gritara para poder salir
cuanto antes de allí sin llamar la atención. Apreté su mano y los cuatro con
Una vez fuera y algo alejados del Louvre nos abrazamos, yo no podía dejar
de temblar.
–Estoy bien, estoy bien –repetía Mauricio.
Simón, Pierre y yo lo inundamos de preguntas.
–Calma os lo contaré todo ¿dónde podemos sentarnos?
Pierre nos indicó un café al otro lado de la calle.
–No sé por dónde empezar –Mauricio miraba alrededor por si alguien
podía escucharnos, no había nadie cerca y de haberlo habido tendría que
saber español para entendernos– quise volver al Louvre porque pensaba que
encontraría algo quedando tan poco tiempo para presentar el cuadro, empezó
a sonar una pequeña alarma casi imperceptible al principio pero que poco a
poco sonaba más fuerte. La gente se miraba y algunos preguntaban nerviosos
si sería una alarma contra incendios. Comenzó el nerviosismo de no saber qué
pasaba, entonces por megafonía anunciaron que mantuviésemos la calma,
por mi cabeza, con la gente corriendo de un lado a otro recordé el camino
que me habías contado hasta llegar a la sala del cuadro, la zona restringida
al público, pensé “si me pillan me haré el desorientado y si no, llegó hasta
52