Page 8 - TÚ SERÁS
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Magali García Oliva


             perfecto;  la  habitación,  la  terraza,  la  piscina…  y  lo  que  nos  quedaba  por
             descubrir, tan perfecto que casi olvidé que estaba en aquel lugar por trabajo.

               –¡Laura! –Mauricio me despertó de mis pensamientos– deberíamos tomar
             un vino para celebrarlo, la Toscana, tú y yo. Siempre me sacaba una sonrisa,
             mi chico  era  realmente  especial,  ¿cómo  iba  a hacer  para  investigar sin  que
             sospechara y sin dejar de disfrutar de nuestro viaje?

               Aproveché  con  el  pretexto  de  deshacer  la  maleta  para  abrir  mi  portátil,
             Mauricio  nadaría  un  rato  en  la  piscina  exterior. Tenía  varias  pistas  y  debía
             organizar por dónde empezar; algo llamó mi atención en un artículo que tenía
             guardado “La carrera del Palio” caballos… Si algo sabíamos de “Perfecto” era
             su amor por los caballos. Sólo tenía que convencer a Mauricio para ir a Siena
             al día siguiente.





             conocíamos su aspecto ¿sería capaz de encontrarlo?



             aún lo era más. Serpenteamos por las calles llenas de banderas hasta llegar
             a las Piazza del Campo, la plaza donde se celebraba la carrera; el bullicio, el
             colorido, todo era alegría, nunca habíamos visto un lugar así. La disposición

             espectacular. Cientos de turistas y curiosos pisábamos la arena echada para
             la ocasión. Fue  entonces cuando lo vi, el Palio o drapellone, era el premio
             que otorgaban al caballo ganador; una especie de lienzo pintado. El diseño era
             inconfundible y las iniciales escondidas T.S. también: Perfecto era el autor del
             Palio, un escalofrío recorrió mi cuerpo.


               –¡Laura, parece que has visto un fantasma!, vamos te invito a un trozo de
             pizza y un vino espectacular que me ha recomendado el camarero del hotel –



               El vino era realmente buenísimo y el sitio que eligió Mauricio auténtico,
             tenía  un  don  para  encontrar  los  mejores  y  más  pintorescos  rincones.  Sin

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