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Mensaje:


                  El conocer a Dios                                              Versículo para
                  cambia mi vida.                                                  memorizar:



                                                                                “El que esta unido a
                                                                                Cristo es una nueva
                                                                                 persona. Las cosas

        seguía por todas partes. Lo invitaban a sus fiestas                      viejas pasaron; se
        y hasta pagaban por ver sus actos de magia. Si                          convirtieron en algo
        Samaria hubiera tenido televisión, seguramente                                  nuevo”
        Simón habría sido una estrella.
            Simón se había unido a la multitud para escu-                          (2 Corintios 5:17).
        char a Felipe. Había visto los milagros que Felipe
        hacía en el nombre de Jesús y él también quería
        tomar parte en eso. Así que Simón fue bautizado      Biblia no dice lo que hizo Simón. Pero sabemos
        y permanecía cerca de Felipe. Estaba asombrado       que Simón no comprendió el don gratuito de la
        de los milagros que Felipe hacía.                    gracia de Dios. Sabía acerca de Dios, pero
            Muy temprano ese día, Pedro y Juan llegaron      realmente no lo conocía. Esa es la razón por la
        de Jerusalén. Felipe los recibió con grandes abra-   que no cambió.
        zos. Qué bueno era ver a sus hermanos en el             ¡CONOCER A DIOS CAMBIA LA VIDA!
        Señor. Pedro y Juan se unieron a Felipe en la pre-
        dicación. Juntos oraron por los nuevos creyentes
        y le pidieron al Espíritu Santo que descendiera
        sobre esos creyentes, así como lo había hecho
        con los creyentes de Jerusalén. Entonces Pedro y
        Juan pusieron las manos sobre los creyentes y el
        Espíritu Santo descendió sobre ellos, excepto
        sobre Simón.
            Simón pensó que ese era el mejor truco de
        magia que había visto hasta entonces. Él también
        quería poner las manos sobre la gente de esa
        manera. Se abrió paso entre la multitud y, llaman-
        do aparte a Pedro y a Juan, les dijo, mostrándoles
        el dinero que traía en su bolsa:
            —Puedo pagar lo necesario. Denme este poder
        a mí también.
            Pedro se puso rojo de disgusto.
            —Que tu dinero perezca contigo si piensas que
        puedes comprar el don de Dios —le dijo—. No tie-
        nes parte en este ministerio. Tu corazón no es
        recto delante de Dios. Arrepiéntete de tu maldad y
        ora al Señor. Tal vez te perdone por pensar seme-
        jante cosa.
            Puede ser que Simón haya pedido perdón a
        Dios y que él lo haya perdonado y cambiado. La


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