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HANK
Recuerdos de una pulga
la oración de gracias; así que decidí dejar a
Claudette mientras ella desayunaba y me
dirigí a los alrededores para conocer e
inspeccionar el lugar.
La entrada al convento tenía un portón
enorme seguido de un patio muy amplio
con una pileta preciosa en el centro y
jardines a los alrededores. La pileta era de
mármol con la estatua de un ángel en
centro, quien llevaba un cántaro en los
brazos del cual despedía agua. A los
contornos de la pileta se ubicaban unas
banquetas de hierro forjado con detalles
muy llamativos y asientos de madera,
todas las banquetas ubicadas en forma
circular.
Al costado derecho de la entrada se
ubicaban las oficinas de Dirección del
convento, se conformaban por un hall de
recepción seguido por una oficina de
