Page 2 - De carne y hueso
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expuesta nunca a maltratos, discriminación, insultos, toda
habilidad que denigre a las
personas debe ser prohibida.
Por ejemplo, el ciudadano, al acercarse a sus representantes le genera un costo tanto en el tiempo que tendrá que dedicar, como en el recurso que tendrá que destinar para acudir a su presidencia, sin que pueda apreciar un beneficio tangible, pues al no obtener respuesta y ni siquiera atención de quien ostenta el cargo público no tendrá a su alcance la posibilidad de garantizar a plenitud su derecho a audiencia y se estará transgrediendo su dignidad, lo grave es cuando ese ciudadano ha cumplido con sus deberes ante el Municipio.
Digno no sólo para ser persona, sino además para
determinados intereses o
valores hasta la muerte; y hay que ser coherente mirando a la
poder representar mejor a los
política como un servicio y
ciudadanos.
como una vocación.
El principio de dignidad de la persona se respalda en la justicia y es ahí donde de manera primigenia el municipio se convierte en el primer ente cercano a la
Se hace necesario vivir, practicar la política del respeto a la dignidad humana, así como la política de la defensa
ciudadanía.
Los partidos políticos y los políticos van oscureciendo su dignidad cuando dejan de ser instrumentos de la sociedad para convertirse fatalmente en meras máquinas al servicio de
de los derechos humanos.
La paz es fruto de la justicia y la justicia tiene que ver con el ejercicio efectivo de los
poderes efectivos.
derechos humanos.
Si de la óptica de la ciudadanía en general, nos trasladamos al ejercicio de la actividad política, no hay ninguna duda de que al político hay que exigirle un nivel de dignidad en grado
sumo, y es que el político no tramita, no gestiona sus propios asuntos, sino el interés general de todos los habitantes, por lo cual en el cumplimiento de los deberes inherentes a su cargo debe comportarse con el máximo grado de excelencia ética y
moral.
Cicerón: “La
igualdad misma es
desigual cuando no
conoce grados de
En todo caso, lo cierto es que la dignidad humana es hoy en
día un referente propiamente del ser humano. Su adecuada comprensión nos permite resolver problemas prácticos y, sobre todo, poner al ser humano en el centro del
debate.
Un presidente digno jamás estará tranquilo, porque sobre su persona recae la posibilidad de ayudar y servir a la
Se dignifica la política y al político comunicando verdad, luchando por la justicia, promoviendo el bien común, defendiendo los derechos humanos. El político tiene que
población.
ser coherente con
dignidad”.
Por lo cual, los derechos
humanos son la base y el objeto de las instituciones quienes deberán respetar la dignidad mientras que los servidores públicos tienen esa
esos
doble responsabilidad.
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