Page 2 - De carne y hueso 002
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Se dignifica la política y al político comunicando verdad, luchando por la justicia, promoviendo el bien común, defendiendo los derechos humanos. El político tiene que ser coherente con esos valores hasta la muerte; y hay que ser coherente mirando a la política como un servicio y como una vocación.
Toda persona al nacer
Un político digno jamás
igual y libre merece un trato digno como tal y no debe ser expuesta nunca a maltratos, discriminación, insultos, toda habilidad que denigre a las
estará tranquilo, porque sobre su persona recae la responsabilidad de ayudar y
servir a la población.
personas debe ser prohibida.
Los partidos políticos y los políticos van oscureciendo su dignidad cuando dejan de ser instrumentos de la sociedad para convertirse fatalmente en meras máquinas al servicio de determinados intereses o
El principio de dignidad
de la persona se respalda en la justicia y es ahí donde de manera primigenia el municipio se convierte en el primer ente cercano a la
poderes efectivos.
ciudadanía.
Se hace necesario vivir, practicar la política del respeto a la dignidad humana, así como la política de la defensa de los derechos humanos.
Por ejemplo, el ciudadano, al acercarse a sus representantes le genera un costo tanto en le tiempo que tendra que dedicar, como en el recurso que tendra que destinar para acudir a su presidencia, sin que pueda apreciar un beneficio tangible, pues al no obtener respuesta y ni siquiera atencion de quien ostenta el cargo publico no tendra a su alcanse la posibilidad de garantizar a plenidud su derecho a audiencia y se estara transgrediendo su dignidad, lo grave viene cuando ese ciudadanao ha cumplido con sus deberes con el Municipio.
Digno no sólo para ser persona, sino además para poder representar mejor a los
ciudadanos.
La paz es fruto de la justicia y la justicia tiene que ver con el ejercicio efectivo de los
Si de la óptica de la ciudadanía en general, nos trasladamos al ejercicio de la actividad política, no hay ninguna duda de que al político hay que exigirle un nivel de dignidad en grado sumo, y es que el político no tramita, no gestiona sus propios asuntos, sino el interés general de todos los habitantes, por lo cual en el cumplimiento de los deberes inherentes a su cargo debe comportarse con el máximo
grado de excelencia
ética y moral.
derechos humanos.
Cicerón: “La igualdad
misma es desigual
cuando no conoce
grados de dignidad”.
En todo caso, lo cierto es que la dignidad humana es hoy en día un referente propiamente del ser humano. Su adecuada comprensión nos permite resolver problemas prácticos y, sobre todo, poner al ser humano en el centro del
debate.
Por lo cual, los derechos humanos son la base y el objeto de las instituciones quienes deberán respetar la dignidad y los servidores púbicos tienen esa doble
responsabilidad.
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