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El Modernismo ecuatoriano: La generación decapitadada

Se le dio este nombre a un conjunto de poetas de finales del siglo XIX y principios del
XX que murieron muy jóvenes. Ellos fueron: Medardo Ángel Silva, Arturo Borja,
Ernesto Noboa y Caamaño y Humberto Fierro. La obra poética de estos autores se
caracteriza por una notable influencia del modernismo de Rubén Darío, más aún, de
las raíces mismas de ese movimiento: el simbolismo y el parnasianismo francés. Estos
tres movimientos que acabamos de mencionar emplean simbolismos que procuran
transmitir nuevos significados a los lectores. Algunos de ellos (como Arturo Borja)
viajaron a Europa y tuvieron un contacto cercano con la obra de aquellos poetas
franceses que estaban revolucionando la poesía de esa época. De todo ello
resplandece en sus obras los temas exóticos, atmósferas sombrías, vocabulario culto
y rebuscado, y un cuidadoso trato a la métrica de los poemas.

Realismo Social Ecuatoriano: pesca, las haciendas o latifundios
Generación Del treinta serranos, etc.

En Ecuador, en las primeras décadas del Las obras del realismo social ecuatoriano
siglo XX, casi en paralelo con el resto de destacan por la tradición oral como
Latinoamérica y bastante después al elemento importante de nuestra cultura.
realismo europeo, apareció un grupo de La vida diaria del campesino y del
jóvenes escritores que formaron lo que se citadino está impresa en sus páginas: el
denominó la generación del treinta, bolón de verde con pescado, las fiestas
representantes del realismo social en casa del compadre, las formas
ecuatoriano, en donde los protagonistas y caseras de pesca, el alcohol, las
el lenguaje de las narraciones pertenecen pasiones violentas del montubio y del
al pueblo. Los escenarios en los que se indígena, la riqueza de costumbres y
desarrollan sus historias son lugares saberes ancestrales, los amorfinos, las
cercanos a los lectores: las estrechas huelgas de obreros, las manifestaciones
calles de Quito, los campos y pueblos callejeras; y denuncian la injusticia social,
costeños, los ríos, lagunas y caseríos de la corrupción, el abuso de poder.

La literatura latinoamericana contemporánea

A partir de 1940, se origina una auténtica renovación de la novela latinoamericana. La
corriente narrativa que se origina en esta época se denomina “realismo mágico”, cuyo
máximo exponente es Gabriel García Márquez. Ya Borges había hablado en los años
30 de “realismo fantástico”. Alejo Carpentier hablará de “lo real maravilloso” para
referirse a una narrativa que incorpora la fantasía y la imaginación porque, según
Carpentier, el realismo puro es incapaz de recoger la asombrosa e insólita realidad del
mundo americano. En esta nueva narrativa, realidad y fantasía se presentarán
íntimamente ligadas, unas veces por la presencia de lo mítico, lo legendario y lo
mágico; otras, por el tratamiento poético de la acción, de los personajes o los
ambientes. Hay que aclarar que, a pesar de las semejanzas entre el realismo mágico y
lo real maravilloso, cada una tiene rasgos propios y no deben ser confundidas entre
ellas.