Page 20 - Proyecto Creación Literaria 7°
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8. UNA TREGUA
Cuento. Alba Lucila Gallo. Docente
Esa mañana Simón sintió una fuerte necesidad de ver a Sara, quería estar a su
lado. Desde que ella decidió que durmieran separados, llevaban varios días en
que ni siquiera cruzaban palabra. Simón prefirió quedarse un rato más en la
casa antes de salir para el trabajo y caminó hacia la habitación. Justo frente a la
puerta sintió miedo de lo que pudiera ocurrir, de la reacción de su esposa, y le
afligió el corazón que fuera tan grave la situación entre los dos. De todas
formas, abrió la puerta y continuó con su propósito.
Simón vio a Sara durmiendo en la cama, se acercó y se sentó a su lado, acarició
su rostro, en el que se dibujaba una ligera sonrisa. Se veía tan tranquila. Él
parecía envidar esa serenidad. No pudo resistirse y sin ser ya dueño de sus
actos la abrazó tan fuertemente que la despertó de inmediato.
Cuando Sara abrió los ojos parecía no entender lo que ocurría. Una vez se vio
en los brazos de Simón no se alteró, ni se asustó por la súbita presencia de su
esposo en la cama en la que dormía sola desde hace casi un mes. Parecía que
la mirada de Simón, que era de absoluta compasión y tristeza le pedía a gritos
que le permitiera su compañía por lo menos por un instante, ella estuvo de
acuerdo, se abrazó a él y volvió a dormirse en su regazo.
Simón no lo podía creer, hacía mucho tiempo ni siquiera hablaba con su esposa
y ahora, de repente, se encontraba acostado a su lado y ella dormía en sus
brazos. Qué felicidad sentía, era indescriptible su satisfacción. Aunque no
comprendía la serenidad de Sara, cuyas reacciones eran completamente
impredecibles, estaba demasiado feliz para afligirse por sus amarguras.