Page 83 - 6º BÁSICO
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TEMA 2
encuentro 3
Profundicemos
El camino que inició Ignacio, a partir 83
de la lectura y meditación sobre la vida
de Jesucristo, le removió su conciencia y
tomó la decisión de cambiar de rumbo. Esto
es lo que se llama “discernir” o distinguir entre Religión 6º básico
lo bueno y lo malo y actuar en conciencia. Ignacio
define este ejercicio espiritual de discernimiento
como “un modo de revisar la conciencia en el contexto
de la oración y la meditación, sea vocal o mentalmente”.
Él pensaba que así como el pasear, caminar y correr son
ejercicios corporales que limpian y oxigenan el cuerpo, así
también todo modo de preparar y disponer el espíritu para
quitarle las impurezas y deseos inadecuados permiten
buscar y hallar la voluntad de Dios.
El discernimiento
Al cernir la harina para preparar un queque, estamos
separando la harina gruesa de la más fina, para que
el queque quede bien hecho. Algo similar pasa con
el discernimiento: separamos o “cernimos” nuestros
pensamientos y sentimientos provocados por un hecho
de nuestra vida cotidiana: llegar a un nuevo barrio o
colegio, un conflicto con amigos, una prueba en el ramo
más difícil, un portazo dado por nuestro enojo, una
billetera encontrada en el patio del colegio, etc. Frente
a cada acción debemos tomar una determinación o
conducta a seguir. Aquí actúa nuestra capacidad de
distinguir el bien del mal de acuerdo a valores morales,
normas y tradiciones aprendidas.
Una de estas normas o criterios para distinguir el bien del
mal es la Sagrada Escritura y, más específicamente, los
valores y consejos que Jesús nos da en los Evangelios. Él
criticó a sus contemporáneos el guiarse exclusivamente
por códigos legales sin desarrollar el ejercicio responsable
de la libertad. Muchas veces se le criticó por trabajar
enseñando o curando enfermos en día sábado (lo que
estaba prohibido por la ley judía), pero Jesús prefería usar
su libertad para el bien de los demás.