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Soy miembro de una comunidad
La comunidad de los amigos de Jesús
Lo que Dios nos anuncia
Jesús hizo comunidad con sus Apóstoles y los llamó a
102 ellos a formar comunidad después de resucitar, envió a sus
discípulos a anunciar el Evangelio y a bautizar a quienes
Unidad 3 creyeran en Él.
“Jesús se acercó y dirigió a ellos con estas palabras:
–Dios me ha dado autoridad plena sobre cielo y tierra. Vayan y hagan discípulos a
todos los pueblos y bautícenlos para consagrarlos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo,
enseñándoles a poner por obra todo los que les he mandado. Y sepan que yo estoy
con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos”. (Mt 28, 18-20)
Mediante el rito del Bautismo, las personas aseguran
públicamente que se comprometen a vivir la nueva
alianza y entran a formar parte del nuevo pueblo de
Dios: la Iglesia. Esta integración es gradual y se alcanza
plenamente cuando celebran el Bautismo, la Confirmación
y la Eucaristía.
Estos son los llamados sacramentos de iniciación cristiana,
ya que nos inician como miembros del nuevo pueblo de
Dios
Bautismo
Al nacer, entramos a formar parte de una nueva familia,
y por el Bautismo se borra el pecado original naciendo a
una nueva vida, la vida de los Hijos de Dios,
y se entra a formar parte de la gran
familia de los cristianos, la Iglesia.
Suele recibirse en la infancia,
pero cuando una persona ya
adulta desea pertenecer a
la Iglesia y seguir el camino
de Jesús, también lo
recibe.
Confirmación
La Confirmación es el
sacramento que marca la madurez
cristiana en la persona y confirma
libremente la decisión que sus padres tomaron
el día del Bautismo. Por este sacramento se recibe la
fuerza del Espíritu Santo para ser testigo de la Buena
Noticia de Jesús. El ministro que administra el sacramento
de la Confirmación es el obispo.