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La diversidad es riqueza
                                                                              Un corazón misericordioso





                                              Lo que Dios nos dice


                                               Jesús también se enfrentó a gente intolerante con las
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                                              diferencias de los demás. En su época había muchos
      Unidad 4                                prejuicios respecto de las diferencias de razas, de
                                              religiones, de situación económica, etc. Conocido es el
                                              caso de Zaqueo, un hombre rico que necesitaba darle un
                                              sentido a su vida. Leamos su historia:




                                                 “Habiendo entrado Jesús a Jericó, iba pasando por
                                                 la ciudad. Y sucedió que un hombre llamado Zaqueo,
                                                 que era jefe de los publicanos, y rico, procuraba ver
                                                 quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud,
                                                 pues era pequeño de estatura. Y, corriendo delante,
                                                 se subió a un árbol sicómoro para verlo, porque había
                                                 de pasar por allí. Cuando Jesús llegó a aquel lugar,
                                                 mirando hacia arriba lo vio, y le dijo:
                                                 –Zaqueo, date prisa, desciende, porque hoy es
                                                 necesario que me hospede en tu casa. Entonces él
                                                 descendió y lo recibió gozoso.
                                                 Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había
                                                 entrado a hospedarse en casa de un hombre pecador.
                                                 Entonces Zaqueo dijo a Jesús:
                                                                 –Señor, la mitad de mis bienes se
                                                                  los daré a los pobres; y si en algo
                                                                     he defraudado a alguien, se lo
                                                                        devuelvo cuadruplicado. Jesús le
                                                                        dijo: –Hoy ha venido la salvación
                                                                        a esta casa, por cuanto él
                                                                     también es hijo de Abraham.
                                                                        Porque el Hijo del hombre vino a
                                                                        buscar y a salvar lo que se había
                                                                       perdido”.
                                                                                         (Lucas 19,1-10)
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