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Pautas para leer la Biblia

Dios habla por medio de los hombres y en un lenguaje humano, por tanto, para conocer el 25
mensaje que quiere comunicarnos necesitamos “descubrirlo” y para ello hay que tener en
cuenta lo siguiente:
1. La Biblia es un libro religioso, por ende, hay que leerlo desde
la fe. Una persona no creyente no encontrará en ella ningún Religión 5º básico
mensaje de Dios.
2. Es necesario situarse en la época, la cultura y el lugar en que
fueron escritos para descubrir con precisión lo que el autor
quiso decir.
3. Hay que tener en cuenta los géneros literarios con que el
hagiógrafo se expresa o redacta su obra literaria.
4. Lo más importante es llegar a descubrir el mensaje que Dios
nos quiere transmitir. Hay que captar lo que el texto dice de
Dios, de Jesús, de la Iglesia, del creyente y de ti mismo.

La Biblia fue escrita por muchos autores y durante siglos para llegar a ti. Dios la inspiró para
ti y pensando en ti.

Para compartir

• ¿Qué aspecto es el que más te cuesta comprender de
un texto bíblico? ¿Cómo puedes superarlo?
• ¿Qué diferencias encuentras entre la lectura de obras
literarias no religiosas y la lectura bíblica?
• ¿Encuentras algún provecho práctico en la lectura
bíblica? ¿Por qué?
• Investiga cómo hay que interpretar la Biblia según el
capítulo III de la DEI VERBUM.

manos a la obra

Lee el siguiente relato bíblico y realiza una interpretación completando el cuadro que viene
a continuación:
Jesús calma la tempestad (Lc 8, 22-25)

“Subió Jesús con sus discípulos a una barca y les dijo:
–Pasemos a la otra orilla del lago.
Y comenzaron la travesía. Mientras navegaban, Jesús se durmió. Entonces una
tempestad se desató sobre el lago y la barca empezó a hundirse, con el consiguiente
peligro de naufragio. Los discípulos se le acercaron y lo despertaron, diciendo:
–¡Maestro, maestro, nos hundimos!
Jesús se levantó y ordenó calmarse al viento y al oleaje; estos amainaron y el lago
quedó en calma. Entonces dijo a sus discípulos:
–¿Dónde quedó vuestra fe?
Y llenos de miedo y asombro se decían unos a otros:
–¿Quién es este que manda incluso a los vientos y al agua, y le obedecen?”