Page 18 - Edicion 823 EL Directorio
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Salud
sufrieron.
Algunos estudios han resul- tado más controvertidos que otros. Un análisis de 2015 de- scubrió que los hijos de los sobrevivientes del Holocausto tuvieron cambios epigenéticos en un gen que estaba vincu-
lado a sus niveles de cortisol, una hormona involucrada en la respuesta al estrés.
“La idea de una señal, un hal- lazgo epigenético en la de- scendencia de los sobrevivientes puede sig- nificar muchas cosas”, dice Rachel Yehuda, directora de la División de Estudios de Es- trés Traumático de la Escuela de Medicina Mount Sinai de Nueva York y autora de dicho estudio.
Las serias advertencias de unos científicos sobre los peli- gros de la técnica que revolu- cionó la genética
“Es emocionante que esté ahí”.
El estudio fue pequeño. Evaluó solo a 32 sobre- vivientes del Holocausto y a un total de 22 de sus hijos, con un pequeño grupo de control.
Varias generaciones
Los investigadores han criti- cado las conclusiones del es- tudio. Sin mirar varias generaciones y buscar más ampliamente en el genoma, no podemos estar seguros de que sea realmente una heren-
cia epigenética.
Yehuda reconoce que los re- sultados fueron exagerados en algunos informes, y se necesitarían análisis más am- plios que evalúen varias gen- eraciones para sacar conclusiones firmes.
“Fue solo un estudio pequeño, una sección transversal de adultos, muchos años después del trauma de los padres. El hecho de que recibimos una pista fue una gran noticia “, dice Yehuda.
Saber que las consecuencias de nuestras propias acciones y experiencias podrían afectar la vida de nuestros hijos, in- cluso mucho antes de que sean concebidos, podría dar un giro muy diferente a cómo elegimos vivir.
A pesar de la evidencia de estos ecos de traumas a lo largo de las generaciones, hay un gran obstáculo en la investigación de la herencia epigenética: nadie está se- guro de cómo sucede.
Algunos científicos piensan que en realidad es un hecho muy raro.
Una de las razones por las que puede no ser muy cono- cido es que la gran mayoría de un tipo de marca epi- genética en el ADN -llamada metilación– se borra en el mo- mento de la concepción del embrión.
¿Podremos algún día “borrar” las enfermedades más mor- tales del ser humano?
“Tan pronto como el esperma ingresa al óvulo en un mamífero, se produce una rápida pérdida de la meti- lación del ADN del conjunto paterno de cromosomas”, dice
Anne Ferguson-Smith, una in- vestigadora que estudia epi- genética en la Universidad de Cambridge, Reino Unido.
“Esa es la razón por la que la herencia epigenética trans- generacional es una sor- presa”.
“Es muy difícil imaginar cómo alguien podría tener una herencia epigenética cuando hay un proceso que elimina todas las marcas epigenéticas previas y coloca otras nuevas en la próxima generación”.
Hay, sin embargo, partes del genoma que no se limpian. Un proceso llamado impronta genómica protege la meti- lación en puntos específicos del genoma. Pero estos sitios no son aquellos donde se en- cuentran los cambios epi- genéticos relevantes para el trauma.
Hay investigadores convenci- dos de que han encontrado las características de la herencia epigenética para var- ios rasgos, tanto en humanos como en animales. Además, creen haber hallado el mecan- ismo que la hace funcionar.
China dice que usó por primera vez la revolucionaria “cirugía química”: ¿en qué consiste y qué significa? Podrían ser moléculas simi- lares al ADN, conocidas como ARN, las que están alterando el funcionamiento de los genes.
Un reciente artículo reveló pruebas sólidas de que el ARN puede desempeñar un papel en la forma en que se heredan los efectos del trauma.
“Nuestro modelo es bastante único”, dice Isabelle Mansuy, de la Universidad de Zúrich, Suiza, quien dirigió la investi-
gación. “Imita las familias desintegradas, o el abuso, la negligencia y el daño emo- cional que a veces vemos en las personas”.
Esta investigación, al igual que muchos estudios en ra- tones, se centra en el es- perma y la herencia epigenética en la línea mas- culina.
Esto no significa que los cien- tíficos crean que este fenó- meno solo sucede en los hombres.
Es mucho más difícil estudiar los óvulos que estudiar los es- permatozoides.
Los esfuerzos para descifrar la herencia epigenética en la línea femenina es el siguiente paso en la investigación.
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Sydney Aiello, la sobreviviente de la masacre de Parkland que se suicidó un año de- spués del tiroteo
“Teníamos que empezar por algún lugar”, dice Mansuy. “Pero estamos buscando tener un modelo que muestre cómo se produce la herencia tanto a través de mujeres como de hombres”.
Diversos experimentos con ratones revelaron a los inves- tigadores que los procesos de “desensibilización” revertían el efecto.
Y sugirió que si los humanos heredan el trauma de manera similar a como lo hacen los ratones, el efecto en nuestro ADN podría deshacerse uti- lizando técnicas como la ter- apia cognitiva conductual.
Curar los efectos de traumas vividos puede detener el pro- ceso epigenéticopara que no lo hereden generaciones pos- teriores.
  Edición 823 Del 14 al 20 de mayo del 2019




























































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