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tales pertenecientes a la coalición internacional o los múltiples grupos armados a los que se oponen, se rige por normas de derecho hu- manitario y de derechos hu-
gencias de la humanidad re- sultantes ayudaría a reducir el sufrimiento de las pobla- ciones y crearía condiciones propicias para el estableci- miento de una paz duradera.
ción y atención médica. Al mismo tiempo, el desplaza- miento masivo de poblacio- nes a áreas donde tienen acceso a estos servicios so- ciales básicos ejerce presión sobre los recursos de las áreas de acogida y, a me- nudo, conduce a la violencia entre estas poblaciones des- plazadas y las comunidades de acogida. Esta situación podría haberse evitado si los protagonistas respetaran la prohibición de atacar bienes de carácter civil, como es- cuelas.
Por tanto, el primer desafío consiste en dar a conocer mejor estas normas a los be- ligerantes y garantizar que las respeten en todas las cir- cunstancias. Las personas también deben ser conscien- tes de las protecciones a las que tienen derecho, para que puedan hacer uso de ellas.
Evaluar adecuadamente las necesidades humanitarias
Aunque alarmantes, las es- tadísticas disponibles sobre la situación en el Sahel no reflejan toda la complejidad y magnitud de la crisis. Aún faltan datos completos y centralizados debido a la in- tensificación de los conflic- tos, las dificultades para acceder a las poblaciones vulnerables, las lagunas en los mecanismos de recopila- ción de datos y la falta de si- nergia entre los mecanismos pertinentes.
Sin embargo, sin un mapeo completo de necesidades, las iniciativas destinadas a brindar respuestas no pue- den ser efectivas. Asimismo, a falta de cifras claras y con- tundentes, la crisis del Sahel no puede atraer y recibir la atención que merece. Esta
Actualidad
es parte de la razón por la que esta crisis sigue estando entre las 10 crisis más desa- tendidas del mundo, según el Consejo Noruego para los Refugiados.
Desarrollar y desarrollar ca- pacidades locales
Las comunidades locales del Sahel están demostrando una capacidad de recupera- ción notable. A pesar de sus escasos recursos, desarro- llan ingeniosas estrategias de supervivencia y autopro- tección. También son quie- nes a menudo brindan las primeras y, a veces, incluso las mejores respuestas hu- manitarias a los más vulne- rables.
La acción humanitaria debe pensar fuera de la caja para identificar, fortalecer y apro- vechar estas soluciones lo- cales. Esto implica mantener la proximidad con las comu- nidades y organizaciones lo- cales, ubicando el entendimiento de las necesi- dades y las estrategias de protección local existentes en el centro de las activida- des, al tiempo que se otorga a las poblaciones un rol pro- tagónico en la toma de deci- siones, el seguimiento. Y la evaluación de las activida- des de protección y asisten- cia.
Si estas tres prioridades se implementan con suficiente prudencia y sensibilidad, este enfoque no solo ayu- dará a fortalecer las capaci- dades locales de acción, sino también a informar y mejorar las intervenciones de los organismos interna- cionales.
Fuente: extracto traducción y analisis de la noticia la redac- ción de El Directorio
manos, cuyo objetivo es garantizar la protección de quienes no participan o ya no participan en las hostili- dades. El respeto de las exi-
Varias escuelas y centros de salud de la región ahora no funcionan, lo que priva a miles de personas de educa-
Edición 948 - Del 28 de Octubre al 3 de noviembre del 2021
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