Page 11 - EDición 737 El Directorio Latino
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ten capital en esos países, o con latifundistas.
Por otro lado, algunos repre- sentantes de la industria e in- cluso algunos medios aseguran que grupos indíge- nas intentan apropiarse en forma ilegal y, en parte, por medio de la violencia, de terri- torios que afirman que han per- tenecido a sus antepasados. Es una discusión muy amplia. Los representantes de los gru- pos indígenas dicen ser los dueños de esos territorios, y que esas empresas o gobier- nos los ocuparon sin respetar sus derechos. Es una situación muy delicada, ya que muchas comunidades originarias no re- conocen el derecho de los paí- ses donde viven, aduciendo que esas leyes fueron justa- mente las que los sometieron a la esclavitud, y por las cuales perdieron sus tierras, y que ahora además los criminalizan por intentar recuperarlas y pro- teger su medio de vida. "Son sus leyes; no las nuestras”, piensan muchos de ellos. La cuestión de la ilegalidad de- pende del punto de vista desde dónde se la mire. Ocupación de tierras y otras medidas vio- lentas son intentos de los indí- genas de llamar la atención sobre esos conflictos. Y para que se los escuche, muchas veces solo pueden usar méto- dos ilegales, eso es lo trágico del asunto.
zada, en primera instancia, a zonas que parecían no tener relevancia económica, pero que más tarde resultaron ser de interés para inversionistas. Es decir, que ahora también se los desplaza de esos territo- rios, con el beneplácito del go- bierno y de la mayoría de la sociedad. Los indígenas creen que, a pesar de ser una mino- ría, tienen derecho a una pers- pectiva digna de vida en el país, a que se respeten tam- bién sus derechos y tradicio- nes. La integración no debe convertirse en asimilación, en el sometimiento a la cultura de la mayoría. Tenemos que dife- renciar de qué estamos ha- blando. ¿Se trata de la supervivencia únicamente? ¿O también de preservar las con- diciones de vida como grupo étnico? Ese es el gran pro- blema que enfrentan muchos grupos originarios en América Latina, que quieren que se los reconozca como minoría que necesita un espacio vital para desarrollarse como son, y eso incluye el manejo de los recur- sos.
pérdida de su cultura origina- ria. Pero hay otras que sufren grave peligro de vida: se trata de pequeños grupos de hasta 100 personas, especialmente en Brasil, que no tienen con- tacto con el mundo exterior y se ven amenazadas de muerte si entran en contacto con virus que para el resto de la socie- dad no son mortales.
das, como actores activos en la política. Todos esos pueblos tienen diferentes ideas sobre la planificación del futuro y esas ideas son, la mayoría de las veces, realizables.
En noviembre se celebra en Bonn la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático COP23. ¿Qué importancia tiene la participación activa en política de los representantes indígenas con respecto a un acuerdo sobre medidas reales para frenar el cambio climá- tico?
El cambio climático es, en prin- cipio, la mayor amenaza para la supervivencia de los pueblos indígenas, y la responsabilidad más grande de que ese cam- bio siga avanzando recae en los países ricos y en los emer- gentes. Estamos viendo ese fenómeno en todos los conti- nentes. Los indígenas y las mi- norías étnicas son los primeros en sufrir las consecuencias y efectos del calentamiento glo- bal, ya que son los que depen- den en mayor parte de los recursos naturales. Se trata de que la comunidad internacional debe tomar más en serio el su- frimiento de esas comunidades y desarrollar medidas para ali- viar ese sufrimiento. ¿Cómo se pueden proteger mejor los bos- ques?Cómo lograr que se apli- quen consecuentemente las leyes nacionales sin que sean solo maquillaje ni solo palabras que se pueden violar debido a que las autoridades locales co- rruptas trabajan en conjunto con el crimen organizado y las mafias? En cuanto a la COP23 en Bonn, invitaremos a una de- legación de representantes de pueblos originarios de Brasil para que puedan alzar su voz junto a la de los gobiernos y otras organizaciones. Entrevista: Cristina Papaleo (ERS)
El otro lado de la medalla es la pregunta sobre cuál es exacta- mente el objetivo de los indíge- nas: ¿Quieren recuperar el derecho sobre sus tierras? ¿De qué modo vivirían si lo lo- graran? ¿Quieren integrarse a la sociedad en que viven? ¿O quieren instaurar sus propios Estados?
¿Qué podrían hacer los gobier- nos y también las organizacio- nes no gubernamentales para que se respeten los derechos de los pueblos originarios? Hace diez años, el 13 de sep- tiembre de 2007, se aprobó la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas. Ese fue un primer paso importante. Pero observamos que son mi- noría los Estados que se ocu- pan de que se cumpla verdaderamente lo que dicta esa resolución. Se trata de que esas normas se cumplan de manera concreta en la vida co- tidiana, y no que se celebre un día al año la existencia de los pueblos indígenas. Los gobier- nos tienen que tener en cuenta a los representantes indígenas en la planificación de sus medi-
Son muy pocos los pueblos in- dígenas latinoamericanos que muestran una tendencia a que- rer establecer un Estado pro- pio. La mayoría de ellos reconocen al Estado del país en donde viven y tratan de hacer uso de su derecho a la participación. Pero justamente esos derechos les son arreba- tados, por ejemplo, cuando se planean proyectos empresarios en sus tierras y no se les pre- gunta si están de acuerdo en la etapa de planeamiento, sino que se los enfrenta con deci- siones ya tomadas que obsta- culizan que puedan seguir con su vida y planificar su futuro. ¿Cuáles son, según usted, los pueblos indígenas que corren actualmente mayor peligro? Eso depende de dónde se ponga el acento. Hay comuni- dades que están sufriendo la
Diversos pueblos originarios en Brasil tienen la impresión de que ha llegado el final de los tiempos debido a las medidas del gobierno de Michel Temer, que planea la explotación eco- nómica e industrial total y la cesión de sus territorios para proyectos empresarios. En todas partes se les quitan los derechos que con mucho es- fuerzo habían obtenido. El go- bierno de Temer da marcha atrás en muchos derechos que se había reconocido a los indí- genas, y la situación está cada vez peor. Se trata de proyec- tos, sobre todo, en el norte de la Amazonía, donde hay comu- nidades enteras que corren pe- ligro de ser expulsadas de regiones declaradas como zona industrial.
Es una cuestión muy compleja. Por un lado, muchos pueblos originarios en América Latina se enfrentan con la realidad de que se han convertido en una minoría que había sido despla-
Edición 737 Del 21 al 28 de Septiembre del 2017
El Directorio Comercial Latino de Montreal 11
América


































































































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