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tar que nuestra idea sea co- piada. Vamos a analizarlas:
1. Dirígete a inversores profe- sionales
El primer consejo es que te acudas a inversores profesio- nales: business angels asocia- dos en networks (redes), sociedades de capital riesgo, bancos, entidades de crédito o similares. “Los primeros inte- resados en mantener una pos- tura ética son ellos mismos
porque se juegan su prestigio y su continuidad como em- presa,” indica Roure. “Si algún inversor serio hiciese algo du- doso seguramente sería su primera y última inversión”, añade De la Vega.
Cuando se trate de inversores no profesionales, extrema las precauciones: no te dirijas a empresas del sector porque pueden tener mayor capaci- dad que tú para poner la idea en marcha y busca garantías de que son de confianza. Ten- drás que dejarte guiar por tu
Primera edición
propia intuición, pero, en cual- quier caso, ten en cuenta el si- guiente consejo.
porque en el fondo es el gran valor de mi empresa. Para evi- tar que se nos escapen deta- lles esenciales, depuramos mucho la información que se ofrece a los clientes y que se cuelga en Internet”.
3. No pierdas el tiempo. ¡Sé el primero!
Es importante tener en cuenta los plazos. “Cuanto más lejana esté la fase de desarrollo de la idea de su ejecución, más fácil será que te copien”, sentencia Roure. Y Bieto va más allá: “He visto triunfar una idea frente a otra por la velocidad en ponerla en marcha. Acelera el tiempo que va desde que se te ocurre la idea hasta su puesta en funcionamiento y evitarás imitadores”. Hay que tener en cuenta que, en la ma- yoría de los negocios, lo que cuenta es ser el primero en lle- gar.
4. No olvides registrar tus in- novaciones
Cuando se trata de un pro- yecto tecnológico es impres- cindible patentarlo o registrarlo. El valor de la com- pañía puede residir en ese de- sarrollo. En la oficina de patentes y marcas puedes en- contrar todas las tasas. Aquí conviene tener en cuenta al- gunos pasos, como reco- mienda Fidel Rodríguez Batalla, director de Bioaurum, firma especializada en el ase- soramiento de empresas en materia de protección de es- trategias e inversiones.
Si eres una empresa que in- vestiga, haz un estudio de pa- tentabilidad del sector, “así vemos si realmente puedes proteger los resultados. Por ejemplo, en el sector de la ali- mentación no se suele paten-
Concejos
tar nada, pero en el farmacéu- tico todo”, señala. En segundo lugar, haz un estudio para ex- tender la patente, cuánto mer- cado puedes abarcar y si te interesa económicamente ex- tenderla a otros países. Lo normal es hacerlo para Es- paña, Europa, Japón, EE.UU. y China. Y, por último, debes decidir si comercializarás tú mismo la patente o si la vas a licenciar.
Cuando se trata de empresas que no investigan, pero que tienen una idea para comer- cializar y les falta el potencial investigador, se trabaja de dos formas: “Se licencia una pa- tente a un tercero, adquiriendo los derechos de usarla a cam- bio de los royalties, o te apro- ximas a alguien que haga investigación (universidades o centros públicos)”, explica Fidel Rodríguez.
Existe un organismo, que se llama OTRI (Oficina de Trans- ferencia de Resultados de la Investigación), encargado de negociar un convenio o con- trato para realizar una serie de actividades, donde se recogen unas cláusulas de confiden- cialidad y exclusividad y se fija la propiedad de los resultados obtenidos.
“Estos acuerdos funcionan sin problemas porque, o bien la empresa paga por subcontra- tar estos laboratorios, o los in- vestigadores siguen investigando y desarrollando nuevas tecnologías pagadas por las empresas. El investiga- dor incluye esas investigacio- nes en su currículum y la empresa adquiere la propie- dad intelectual”, insiste Rodrí- guez.
2. Guárdate la información principal
Muestra sólo la punta del ice- berg. En la primera reunión con el inversor o el cliente po- tencial le cuentas sólo la idea general. Se trata de realizar un sumario ejecutivo, el fa- moso Convencer en cinco mi- nutos. Qué quieres hacer, qué
necesidades cubres y con qué equipo cuentas. Y sólo informarás sobre cómo lo vas a hacer cuando hayas tenido varias reuniones y el inversor esté realmente in- teresado. No obstante, in- tenta guardarte la información principal, aquella que te puede dife- renciar de tus competido- res. Haz hincapié en la valía de tu equipo, en vues- tra experiencia y formación.
Si es un inversor avezado, sabrá reconocer el valor añadido de los gestores y, si es un cliente, sólo nece- sita saber lo esencial. Según Mónica Grossoni, directora de Socialnet y del portal iestres.es, lo tiene
claro. Reconoce que gran parte de su valor añadido es la novedad de su sistema para controlar el estrés: “Hay mucha gente que piensa que lo puede replicar, pero sola- mente salen sucedáneos malos. Somos expertos en for- mación de directivos y en psi- cología, lo que nos permite manejar la escena y controlar el contenido clínico”.
Grossoni confiesa haber reci- bido muchas propuestas de consultoras pidiéndoles el pro- ducto, “pero no me interesa
Emprendedor Hispano 11