Page 17 - Edicion 793 El Directorio
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plo perfecto de diversidad ca- nadiense.
Hoy, una visita a Toronto puede transformarse en un viaje exprés alrededor del mundo, incluso a través de actos cotidianos como tomar el metro, donde en cada vagón se puede distinguir pasajeros de los cinco continentes, o al caminar por cualquier calle medianamente transitada donde en cada esquina habrá algún restaurant tailandés, una picada de shawarma árabe y un almacén indefectiblemente regentado por un ciudadano de origen chino.
A propósito de estos últimos -y como es de esperar de una ciudad lo suficientemente cos- mopolita-, aquí no podía faltar un Chinatown, sin duda el ba- rrio étnico más grande y repre- sentativo de Toronto. Ubicado a pocas cuadras al este de Dundas Square, famosa por su parecido con el Time Square neoyorkino, lleno de luces y carteles de neón gigantes anunciando espectáculos, este barrio nació a fines del siglo XIX con la llegada de miles de chinos que antes habían ser- vido de mano de obra en la construcción de las líneas fé- rreas de Canadá.
Y si en un comienzo la propor- ción de habitantes de este ba- rrio era de 80 hombres por una sola mujer, donde principal- mente funcionaban lavande- rías a mano que servían a las clases más acomodadas, hoy las cosas han evolucionado hacia la condición de barrio icónico. Es hogar de todas las tiendas de souvenirs de la ciu- dad, aparatos electrónicos y por supuesto los más tradicio- nales exponentes gastronómi- cos que varían en precios y gustos. Destacan opciones como el Rol San de calle Spa- dina, la llamada “casa del Dim Sum”, esa preparación canto-
nesa tipo buffet que sirve dis- tintos platos de arrollados de carne, mariscos y verduras, servidos en fuentes de bambú. También está el Asian Legend, especialista en la cocina del norte de China y que ha sa- cado aplausos en crónicas gastronómicas de todo el mundo por sus platos de pato ahumado.
“Aquí todos podemos reco- mendar un buen restaurante vietnamita, japonés o etíope, porque los hemos visitado in- cluso antes de que se pusieran de moda”, cuenta Abdul Kha- leq, estudiante de Medicina. Es hijo de padres sirios, pero na- cido en Canadá, y férreo de- fensor de la multiculturalidad de Toronto. “Los barrios de in- migrantes aquí son un regalo para la comunidad, muestran su identidad con dignidad y or- gullo y así son recibidos por todos”, continúa Khaleq sobre la que él considera es la pos- tura de la mayoría de los cana- dienses.
Esta apertura es una de las principales características de las comunidades inmigrantes de Toronto, ya que los barrios que han recibido a ciudadanos de una nacionalidad específica terminan floreciendo cultural- mente: ofrecen a la ciudad lo mejor de sí a través, por ejem- plo, de su oferta gastronómica, como es el caso del barrio chino y también de otros famo- sos por su buena mesa, como el barrio griego. A ellos se suman otros más desconoci- dos por los turistas como el ba- rrio polaco, en la calle Roncesvalles, o la villa mal- tesa, de la calle Dundas.
La ley del respeto
Canadá tiene las reglas claras: la herencia cultural de sus ha- bitantes se respeta y se cele- bra, lo cual está escrito en lo que es conocido como Act.
1988, que protege a los cana- dienses en su derecho a ex- presar sus raíces culturales. El objetivo de esta regulación es la protección del legado étnico de cada uno de sus ciudada- nos, lo cual a la vez busca esti- mular la implementación de programas multiculturales y ac- tividades con instituciones pri- vadas y gubernamentales.
Teniendo esto en cuenta, es común que en Toronto siempre esté ocurriendo alguna mani- festación cultural como un fes- tival, una celebración patria o un carnaval, que se toman las calles invitando a todos a cele- brar el momento. “Taste of To- ronto”, el famoso festival gastronómico que se celebra cada verano, “Oktoberfest”, “Salsa in Toronto”, “Caribbean Carnival”, “South Asian Festi- val”, “Taste of Danforth” (que celebra la comida griega) y el “Small World Music Festival”, que cada año trae bandas re- presentantes de todo el mundo, son algunos ejemplos de la movida cultural étnica que aquí se mantiene siempre viva.
Mundo
recoger sus empanadas en el restaurante Jumbo.
Muñoz viene a Chile con su fa- milia de vez en cuando para conectarse con su país, nece- sidad que según él se agudiza en meses como septiembre. Este acto de conexión con sus raíces es algo que agradece tener en Toronto, ya que “la sangre tira, aunque hayan pa- sado 30 años”. Y que la “san- gre tira” lo saben bien la mayoría de los toronteanos y por eso aquí este espacio para expresar ese sentimiento será siempre bienvenido y jamás juzgado.
Cómo llegar:
* Air Canada (www.aircanada.com) vuela cuatro veces por semana (do- mingo-lunes-miércoles y vier- nes) y desde la primera semana de noviembre y hasta fines de marzo también vuela los sábados. Desde los USD$ 877 aprox.
* Información sobre calendario cultural, transporte y sitios im- perdibles: www.seetoronto- now.com
Edición 793 Del 28 del 18 al 24 de octubre del 2018
El Directorio Comercial Latino de Montreal 17
Y si bien las leyes que promue- ven el respeto a la identidad cultural de cada canadiense son claras y puestas en prác- tica por la mayoría de la población, el control de cualquier acto xenófobo
o de agresión racial es
algo que se lleva a cabo
desde la educación pri-
maria: “Aquí a los niños
les enseñan desde chi-
cos en sus escuelas a
respetar y a valorar el ori-
gen del compañero de al
lado; además, es muy
mal visto que alguien
haga cualquier tipo de
burla racial por el de al
lado”, cuenta Julio
Muñoz, chileno que vive
en Toronto desde su ado-
lescencia y que ahora es-
pera su turno para Vea este catálogo en: www.catalogcanada.com