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Juan Antonio Martin Perez
NACIÓ EL
24 DE NOVIEMBRE DE 1969
la TÉCNICA
de GRISALLA EN
ENCARNACIÓN
a grisalla es una técnica muy antigua mediante la cuál se puede obtener el claro obscuro de un dibujo aplicando
tonalidades terracota, negro y pardos sobre el vidrio, resultando el efecto monocromático que simula los volúmenes y
Ltexturas de los modelos representados. Esta pintura es vitrificable y se aplica mediante pinceles, utensilios y materiales
que le permiten al artista plasmar los sentimientos y emociones a través de los trazos que tienen como resultado efectos
sorprendentes. Se usan algunos vehículos líquidos como: agua destilada, vinagre de caña, o manzana, vino tinto, silicato de
sodio y goma arábiga, entre otros. Es por medio de la composición de óxido de hierro y un fundente, el bórax, que se logran
inmortalizar las ideas que posteriormente se adhieren al vidrio a temperaturas cercanas a los 610°C, trabajos de esta técnica
datan del siglo Xll y hasta la fecha no ha cambiado mucho ni en acabado ni en formula utilizada.
En Encarnación de Díaz se tiene historia en el ámbito del vitral, ya que forman parte del distintivo artesanal del municipio
desde hace ya algún tiempo, abriendo sus puertas los primeros talleres hace aproximadamente 80 años. Fue en el taller La pintura de Grisalla se basa
denominado Vitrales Emplomados Ortíz donde incursionó el entonces joven Encarnacionense Juan Antonio Martín Pérez, en 2 principios: la detención
como dibujante y diseñador a la edad de 19 años, en un inicio solamente realizaba los dibujos de emplomados y algunos de la luz en la superficie del
proyectos a escala de los mismos. No fue sino hasta el año de 2004 que comenzó a adentrarse en la pintura, en un inicio las
obras que representaba en el vitral donde la mayoría tenía una temática religiosa, se hacían mediante una técnica que se vidrio y la generación de una
denomina en frío la cual tiene un problema, con el tiempo tiende a borrarse. Entendiendo que debían avanzar los entonces dimensión inexiente
dueños del taller los hermanos Ortíz, decidieron comprar los insumos así como un horno pequeño con lo cual el pintor
comenzaría su exitosa carrera.
Al inicio comenzó a pintar pieza tras pieza, ya que al ser una técnica muy antigua y sobre todo muy hermética, no hay muchas
personas que conocieran y enseñaran los procedimientos adecuados, aún actualmente no existen en la región muchas
personas que dominen esta forma de representación. Teniendo como antecedente esta situación, Juan Antonio comenzó a
investigar y experimentar una y otra vez durante varios años, probando de una y otra manera, con unos y otros materiales
obteniendo en varias ocasiones resultados desfavorables, fue mediante el ensayo y error que comenzó a obtener experiencia
y aprendizaje. Su iniciativa autodidacta y su gran habilidad para el dibujo, la cuál dicho sea de paso había desarrollado años
atrás, le permitieron seguir y no desistir de su principal objetivo: Lograr desarrollar una técnica detallada con características
clásicas que hicieran únicos sus trabajos y los vitrales de Encarnación de Díaz. Hasta el día de hoy en la región de los Altos de
Jalisco es uno de los pocos que conservan viva esta técnica del vitral nacida hace cientos de años.