Page 44 - TALLER ORTÍZ LIBRO 2
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D E C I M O C U A R T A
E S T A C I Ó N
Jesús XIVXIV
ES osé de Arimatea y Nicodemo tomaron
COLOCADO EN EL J luego el cuerpo de Jesús de los brazos de
Sepulcro María y lo envolvieron en una sábana
limpia que José había comprado. Cerca de
allí tenía José un sepulcro nuevo que había
cavado para sí mismo, y en él enterraron a
Jesús. Mientras los varones procedían a la
sepultura de Cristo, las santas mujeres que
solían acompañarlo, y sin duda su Madre,
estaban sentadas frente al sepulcro y
observaban dónde y cómo quedaba
colocado el cuerpo. Después, hicieron
rodar una gran piedra hasta la entrada del
sepulcro, y regresaron todos a Jerusalén.
Con la sepultura de Jesús el corazón de su
Madre quedaba sumido en tinieblas de
tristeza y soledad. Pero en medio de esas
tinieblas brillaba la esperanza cierta de
que su Hijo resucitaría, como Él mismo
había dicho. En todas las situaciones
humanas que se asemejen al paso que
ahora contemplamos, la fe en la
resurrección es el consuelo más firme y
profundo que podemos tener. Cristo ha
convertido en lugar de mera transición la
muerte y el sepulcro, y cuanto simbolizan.