Page 12 - cuentos ebook 4to grado
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animalitos  del  bosque  quedaron  asombrados  de  tanta  belleza,  estaban

                   sonriendo y saltando por todo el bosque. En
                   ese momento el unicornio aprovechó para

                   pintar  a  los  animales.  ¡Quedó  fantástico!
                   pensó . Nuestro amigo estaba muy agotado,

                   pero  aún  sentía  que  faltaba  algo  más,  un
                   toque de algo especial pero  no sabía qué

                   era. Sólo decidió regresar a su aldea para

                   descansar.


                  Después de haber descansado, el unicornio amaneció con mucha energía pero
                  con algo de intriga al no saber qué faltaba en el mundo que estaba pintando.

                  Decidió ir a su lugar favorito para pensar y relajarse. Miraba por todos lados para
                  ver qué podría faltar. Sintió una brisa de aire llevándose junto con ella los brillos

                  de las flores. Al momento, se paró y se dio cuenta de lo que faltaba. ¡Faltan

                  toques de brillo! -dijo el unicornio. Cogió dos costales, empezó a mover las flores
                  para que los brillos caigan y así recogerlos y ponerlos dentro de los costales.



                                                             Cuando llenó los costales se lo puso en
                                                             su lomo, entonces, fue hacia el mundo.

                                                             Al  llegar  al  mundo,  era  diferente,  se
                                                             sentía  muy  bien.  Cogió  los  costales  y

                                                             con ayuda de su cuerno mágico creó un
                                                             pequeño  remolino  de  brillos  para

                                                             esparcir a todo el bosque. Los árboles,

                  las  plantas,  las  flores  quedaron  brillantes  y  con  la  luz  del  sol  los  colores
                  resaltaban.  Nuestro  amigo  estaba  tan  feliz,  ya  que,  quedó  como  él  quería,

                  empezó a saltar y de casualidad echó sin querer más brillo sobre el río. ¡Oh, qué
                  hice!- pensó el unicornio, viendo como los peces empezaban a brillar más de lo

                  normal.  Nuestro  amigo  comenzó  a  reír,  ya  que,  le  pareció  hermoso  cómo
                  brillaban los peces de colores, naranjas, azules, amarillos, rojos, etc. ¡Ahora sí

                  quedó perfecto!- se dijo.
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