Page 11 - Revista Oikos 2019

De una

Cabaña en Montana

hasta lo Último

de la Tierra ÁREA RURAL DE MONTANA

La luz se había desvanecido hacía mucho tiempo, y las condiciones de apagón habían hecho que las
carreteras fueran casi intransitables para cuando Thomas Johnston partió. No podía evitar la sensación
¿Qué es la iniciativa OIKOS? de que necesitaba desafiar la nieve para una última cita. Seguía pensando en Lewis y Emerald Miller,
la joven pareja que trabajaba como ganaderos y vivía en una pequeña choza en el camino. Así que
Thomas se puso un abrigo pesado y se aventuró a la tormenta de nieve. El camino rural no fue fácil en el
mejor de los casos, pero el predicador local sintió la urgente necesidad de contarles a los Miller acerca
de Jesús. Encontró su pequeño hogar, se sacudió la nieve de las botas y comenzó una conversación que
reverberaría de generación en generación.
por Tanner Peake
V.P. de Ministerios Internacionales Conozco de primera mano el impacto de esta conversación, porque Lewis y Emerald son mis abuelos.
Cuando la joven pareja se arrodilló ante su estufa de leña y dedicó sus vidas a Jesús, Dios estaba
haciendo un trabajo increíble. A través de este encuentro en una choza de Montana, la salvación llegó
a través de generaciones enteras de mi familia.

Esta historia me conmueve profundamente, no solo porque es la historia de mi familia, sino porque
millones de personas todavía están esperando que alguien como Thomas Johnston les traiga las Buenas
Nuevas. A menos que alguien los alcance, nunca oirán el Evangelio. Si los destinos eternos de cada uno
de los 7.700 millones de personas que viven en este planeta importan, y lo hacen, entonces realmente
importa que tengan la oportunidad de escuchar el mensaje del evangelio que da vida.

¿Pero es posible alcanzar a todos en la Tierra con una presentación del Evangelio?

En 1953, el fundador de EHC Jack McAlister estaba parado en una esquina
de la ciudad más poblada del planeta: Tokio. Mientras repartía literatura
evangélica, se dio cuenta de que no podía llegar a todos. Por cada persona
a la que llegó, pasaron otros 10. Fue entonces cuando Jack y sus amigos
comenzaron a implementar un método sistemático para llevar un
mensaje del evangelio a todos los hogares de la ciudad, asegurando así
que no perderían a una sola persona.

Durante décadas, los Misioneros Pioneros nativos y los voluntarios TANNER
pioneros indígenas han compartido diligentemente el Evangelio con su PEAKE
gente. Hoy, tengo el privilegio de supervisar a nuestros líderes mientras
trabajan en naciones desde Filipinas hasta Argentina, Sudáfrica y Rusia. Esta mirada detrás de la cortina
me da una profunda apreciación por la increíble herencia que tenemos en Every Home for Christ.

Aun así, siento la pregunta de Jack McAlister ardiendo en mí para una nueva generación. Para mi
generación. Al igual que Thomas Johnston, siento un sentido de urgencia muy personal. Esta pregunta:
¿cómo podemos llegar a todos? me ha puesto, junto con todos en Every Home for Christ, en un nuevo
curso para el futuro. Y sin embargo, ha sido nuestro corazón desde el principio.
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