Page 2 - Periódico "AL GRANO" Digital 26/04/2022
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No se puede aspirar a ser blanco o a ser a auténticamente indígena originario. En realidad es un
                                                    poco confuso esto de la auto-identificación y algunos teóricos lo vuelven prácticamente incompren-




                               Todas las            sible.  Desde hace dos censos o más que el tema de la categoría mestizo suscita polémica. Mientras la
                                                      múltiples vertientes identitarias que nos hacen ser que somos, unos cuantos prefieren establecer una
                                 sangres             inmensa mayoría de los bolivianos se sentiría mucho más cómoda con una opción que refleje las
                                                      distinción forzada entre blanco e indio, que no es sino otra forma de polarizar al país entre “extraños”,


                                                          Bolívia es un país que se lee de una manera por dentro y que es leído de otra por fuera. Para los
                                                      los blancos y nativos los indios.
                                                       que no se han tomado el trabajo de averiguar sobre la composición de nacionalidades que integran


                                                           Es más aunque sea el cruceñísimo y amazónico Oriente Petrolero el que visite a cualquier equipo
                                                        el país, somos solo altiplánicos.
                                                         altiplánico, porque la imagen de Bolivia se ha construido desde la majestuosa cordillera y no desde la

        BRUJULA DIGITAL                                  del exterior en una competencia futbolística internacional, de todas maneras se dirá que es un equipo
                                                             Y para poner las cosas en un tono tal vez más vulgar y antiguo, pero de todas maneras ilustrativo,
                                                           habrá que recordar a Titicaco, el personaje de la entrañable tira cómica Condorito que simbolizaba
         Hernán Terrazas es
                                                           la bolivianidad, aunque por su vestimenta y acento, ciertamente ridiculizado, solo representara a una
         periodista y analista                            exuberante Amazonia


                                                               Somos o más bien se ha querido que seamos el país de la llama más que el del jaguar, el de la kan-
                              OPINIÓN
                                                            parte, la menos extensa del país.
                                                             tuta por encima del de cualquier otra flor que brote en otro punto del país.
                                                                Nuestro anclaje identitario ha sido el de un barco sin océano aferrado a las alturas e incapaz de

                                                              navegar para tocar otras orillas que no sean las andinas. Somos el origen más remoto y estático, pero


                                                              no la construcción, el proceso histórico que nos hizo felizmente diversos.

                                                                  Nuestro propio idioma, el castellano boliviano por así decirlo, recoge palabras sonoras y melan-
                                                               cólicas que vienen de las culturas originarias andinas, y los idiomas nativos también se nutren de los


                                                                   No hablamos idiomas puros. La lengua de Cervantes descendió de los barcos, pero en su navegar
                                                                 no solo incorporó otras palabras para designar las cosas, sino otros aires, nuevas temperaturas y alien-
                                                                vocablos castellanos.


                                                                 tos mestizos que le dieron la renovada fuerza de la que goza hasta hoy.
                                                                     La lengua se enriqueció en el camino.  No en vano la literatura hispanoamericana nos dio seis


                                                                      En la bitácora de viaje del idioma todavía estremece que “en un lugar de la Mancha, de cuyo nom-
                                                                  premios Nobel de Literatura y la española solo cinco.

                                                                   bre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo..”, como también conmueve
                                                                    que alguien nos susurre “vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Pá-
                                                                    ramo u otro nos cuente que “muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Au-

                                                                     reliano Buendía había de recordar aquella tarde…” y alguien más describa a Felipe Delgado…
                                                                     ”descansando en la avenida América y prosiguiendo la marcha, ya acelerando ya retardando, con



                                                                         El rastro del Quijote puede distinguirse en el Pedro Páramo del mexicano Juan Rulfo, en los Cien
                                                                     rumbo al convento de la Recoleta”.
                                                                      años de soledad del colombiano Gabriel García Márquez y en el Felipe Delgado de nuestro Jaime
                                                                       Saenz. El idioma es el mismo, pero distinto, tocado por el tiempo, pasajero de la nave de la historia.



                                                                       Es uno, pero también otro: es mestizo.






              Staff                      GERENTE GENERAL                             Editor Grafico                          JorgE Miyagusuku

                                                                                                                             Fotografia /Ed.Especial Toma 7
                                         R.Isabel Miyagusuku Menacho


                                                                                   smaritopg@gmail.com
                                                                                                                             Valentina Soliz Miyagusuku
                                           isabelmiyagusukum@gmaiL.COm             Sebastian Mario Padilla Garcia            Curiosidades Toma 7
                                                                                                                             Sebastián Soliz Miyagusuku



               DIRECCIÓN: Edificio Plaza Libertad

                          C/ Libertad esquina                                                          al.granoperiodico@gmail. com
                     Cañada Strongest of # 226
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