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4to Secundaria Religion 2018.qxp_- 28/02/20 12:29 Página 56
EXPERIENCIA INICIAL Conecta T pçó=qÉêÉë~=ÇÉ=gÉë∫ë
ntes de de hablarles de oración, déjenme que
no mudar de consejero según su interés. Porque es
les diga algunas cosas que es necesario tener
a la hora de orientarnos hacia Nuestro Señor para no
en cuenta por quienes como ustedes, pre-
tenden ser contemplativas. Son cosas que
andar extraviadas, cambiando constantemente de pa-
recer.
ya están en nuestras Constituciones pero cosa buena seguir los consejos de una sola persona
merece la pena recordarlas.
Recuerden, hermanas mías queridas, que nuestro
La primera de todas es que deben amarse mucho unas corazón está inquieto, buscando al Señor, y no des-
otras porque, si se aman así, será más fácil reconciliarse cansará hasta que lo encuentre y descanse en Él;
en caso de discutir o pelearse. Que si en el mundo se Por eso:
amara la gente como se debiera amar, pronto se llegaría
=======Nada te turbe, nada te espante.
a la perfección.
Todo se pasa, Dios no se muda.
Pero tengan cuidado de no confundir el amor con la
La paciencia todo lo alcanza.
amistad desinteresada. Que esta se preocupa más de
Quien a Dios tiene, nada le falta.
los agravios sufridos, de los regalos y del tiempo para
Solo Dios basta.
hablar con la amiga que del ayudarse unas a otras a
amar más a Dios.
Teresa de Jesús
Por eso en este convento, que no somos más de trece,
todas nos debemos de amar y ayudar sin caer en el
vicio de la amistad engañosa. Amémonos, pues, mi-
rando la virtud interior y no la apariencia exterior.
No consintamos, hermanas, que nuestra voluntad sea
esclava de nadie, sino sólo de Aquel que la compró
con su sangre.
Para evitar esta tentación es importante no estar juntas
ni hablarse más que las horas señaladas, conforme a
la costumbre que ahora llevamos, como manda la Re-
gla, que es no estar juntas sino cada una apartada en
su celda. Acostumbrarse a la soledad es de gran ayuda
para la oración.
Como ven, hermanas, estoy hablando de dos modos
de amor: uno es espiritual, al que ninguna cosa sensual
ni pasional le afecta, y otro terrenal, que es el propio
de los amigos y hermanos según la carne.
Del amor espiritual quiero ahora hablar. Es necesario
ejercitar la templanza y la discreción en el trato con
toda persona virtuosa. Mas si descubrimos que esta-
mos guiadas por la vanidad en nuestro trato, aunque
la conversación sea edificante, mejor nos será retirarnos
prudentemente antes de pecar.
Déjense aconsejar por el confesor o por alguna persona
de probada virtud en caso de confusión antes de tomar
cualquier decisión, porque ¡cuántos errores se cometen
en el mundo por hacer las cosas precipitadamente,
sin tomar consejo de nadie, en especial cuando nues-
tros actos pueden dañar a otras personas!
En estos asuntos también debéis estar atentas para
RS