Page 85 - Odec AQP 4 secundaria
P. 85

4to Secundaria Religion 2018.qxp_-  28/02/20  12:29  Página 86



               Arte  La arquitectura religiosa contemporánea
                  ARQUITECTURA: Nuevos templos







                  En todas las épocas de la historia de la Iglesia, los arqui-           La iglesia de la Luz
                  tectos, teniendo en cuenta las exigencias del culto cristiano,  bå=NVVSI=ä~=cìåÇ~Åáµå=cê~íÉ=pçäÉ=ÅçåÅÉÇáµ=Éä=mêÉãáç=fåíÉêå~Åáçå~ä
                  han proyectado templos que son, a la vez, lugares de ora-  ÇÉ=^êèìáíÉÅíìê~=oÉäáÖáçë~=~=ä~=áÖäÉëá~=ÇÉ=ä~=iìòI=Éå=lë~â~=Eg~éµåFI
                  ción y auténticas obras de arte.                          ÇÉä=~êèìáíÉÅíç=q~Ç~ç=^åÇçK=pÉ=íê~í~=ÇÉ=ìå~=Å~éáää~I=ÜÉÅÜ~=ÇÉ=ÜçêJ
                  Estos templos se construyen a partir de diferentes objetivos,  ãáÖµåI=Åçå=Ñçêã~=ÇÉ=éêáëã~=êÉÅí~åÖìä~ê=~ä~êÖ~ÇçK
                  como por ejemplo los siguientes:                          bä=ãìêç=çêáÉåí~ä=ÇÉ=ä~=áÖäÉëá~=ãáÇÉ=RIV=ã=ÇÉ=~åÅÜç=éçê=RIV=ã=ÇÉ
                  — Para responder a necesidades concretas, como el cre-    ~äíçI=Éë=ÇÉÅáêI=Éë=ìå=Åì~Çê~Çç=éÉêÑÉÅíçK=bå=¨ä=Ü~ó=ìå~=~ÄÉêíìê~=Éå
                     cimiento de las ciudades y los pueblos, la creación de  Ñçêã~=ÇÉ=Åêìò=èìÉ=ÉñíáÉåÇÉ=ëìë=Åì~íêç=Äê~òçë=ÇÉëÇÉ=Éä=ÅÉåíêç
                     nuevos barrios, etc.                                   Ü~ëí~=Éä=íÉÅÜçI=Éä=ëìÉäç=ó=~ãÄçë=ÉñíêÉãçë=ÇÉ=ä~=é~êÉÇK=mçê=Éëí~
                                                                            ~ÄÉêíìê~I=èìÉ=Éëí•=çêáÉåí~Ç~=~ä=bëíÉI=éçê=ÇçåÇÉ=ë~äÉ=Éä=pçä=Å~Ç~
                  — Para exteriorizar la fe de un pueblo. En estos casos    ã~¥~å~I=Éåíê~=ä~=äìò=ÇÉä=ÉñíÉêáçê=èìÉ=áäìãáå~=Éä=íÉãéäçI=êÉÅçêÇ•åJ
                     la obra se suele singularizar y el arquitecto acostumbra  Ççåçë=ä~=êÉëìêêÉÅÅáµå=ÇÉ=gÉëìÅêáëíçK
                     a ir más allá del aspecto funcional.
                                                                                                                  O
                                                                            bå=Éä=áåíÉêáçê=ÇÉ=ä~=Å~éáää~I=ÇÉ=éçÅç=ã•ë=ÇÉ=NMM=ã I=ää~ã~=ä~=~íÉåÅáµå
                                                                            ä~=~ìëÉåÅá~=~Äëçäìí~=ÇÉ=ÉäÉãÉåíçë=ÇÉÅçê~íáîçëW∫åáÅ~ãÉåíÉ=ÅçåJ
                                                                            íáÉåÉ=ìåçë=éçÅçë=Ä~åÅçë=ÇÉ=ã~ÇÉê~=é~ê~=éçÇÉê=íçã~ê=~ëáÉåíçK
                                                                            içë=ÖêìÉëçë=ãìêçë=ÇÉ=ÜçêãáÖµå=~∞ëä~å=ÇÉä=êìáÇç=ÉñíÉêáçê=ó=éêçJ
                                                                            îçÅ~åI=Éå=ä~=éÉêëçå~=èìÉ=ëÉ=êÉÅçÖÉ=Éå=Éëí~=Å~éáää~I=ìå~=ëÉåë~Åáµå
                                                                            ~Äëçäìí~=ÇÉ=Å~äã~=ó=ëÉêÉåáÇ~ÇK i~=ÅçåëíêìÅÅáµå=Éë=éÉêÑÉÅí~=é~ê~
                                                                            ÉåÑêÉåí~ê=~=ä~=éÉêëçå~=Åçå=äç=ã•ë=∞åíáãç=ÇÉ=ëì=ëÉê=ó=Åçå=äç=ã•ë
                                                                            íê~ëÅÉåÇÉåíÉ=ÇÉ=ä~=ÉñáëíÉåÅá~W=aáçë.





                                                                                Iglesia de la Luz | OSAKA (JAPÓN)
                  z Catedral de San Sebastián de Río de Janeiro (1964-1976).


                      Carta a los artistas

                          El artista vive una relación peculiar con la belleza. En un sentido muy
                      real puede decirse que la belleza es la vocación a la que el
                      Crea dor le llama con el don del «talento artístico». Y, ciertamente,
                      también este es un talento que hay que desarrollar según la lógica de
                      la parábola evangélica de los talentos.
                           Entramos aquí en un punto esencial. Quien percibe en sí mismo esta
                      especie de destello divino que es la vocación artística —de     poeta,
                      escritor, pintor, escultor, arquitecto, músico, actor, etc.— advierte al
                      mismo tiempo la obligación de no malgastar ese talento, sino de de-

                      sarrollarlo para ponerlo al servicio del prójimo y de toda la humani-
                      dad.
                           La sociedad, en efecto, tiene necesidad de artistas, del mismo modo
                      que tiene necesidad de científicos, técnicos, trabajadores, profesionales,
                      así como de testigos de la fe, maestros, padres y madres, que garanticen
                      el crecimiento de la persona.

                                                           San Juan Pablo II





                  US
   80   81   82   83   84   85   86   87   88   89   90