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de los israelitas, dejándolos sumidos en una gran pobreza. El pueblo
                        clamó a Yahvé y Dios respondió, una vez más con misericordia. Un joven
                        bastante débil de la tribu de Manasés, llamado Gedeón, fue visitado por
                        un ángel del Señor, quien le pidió que fuera y con su fuerza liberase a
                        Israel de los madianitas.  Gedeón le dijo: “¿Con qué voy yo a libertar a
                        Israel?, mi familia es la más débil de la tribu de Manasés y yo soy el más
                        pequeño de la casa de mi padre” El ángel de Yahvé le respondió: “Yo
                        estaré contigo y derrotarás a Madián como si fuera un solo hombre”.  Pero
                        Gedeón pidió un signo y el ángel se lo concedió, quemando panes y un
                        cabrito preparados por él. Aquella misma noche Gedeón salió resuelto y
                        destruyó un altar dedicado a Baal y taló con el hacha una de Aserá, ambos
                        pertenecientes a la casa de su propio padre, ofreciendo a continuación
                        un sacrificio al verdadero Dios. Entretanto, los madianitas, los amalecitas
                        y otras tribus del oriente, cruzaron el río Jordán y acamparon muy cerca
                        de la tierra de Manasés; su número era inmenso y la amenaza era patente.
                        Gedeón, revestido del Espíritu de Yahvé, convocó a todos los de su tribu y
                        también a los de las tribus de Aser, Zabulón y Neftalí, quienes se pusieron      Si tuvie-
                        enseguida a sus órdenes, pues veían en él autoridad y capacidad de
                        liderazgo recibidos de Dios. Era un ejército numerosísimo, pero a través de       ras que
                        algunas estratagemas, Dios lo dejó solo con trescientos hombres, con los         vivir si-
                        cuales tenía que derrotar y expulsar de allí a miles y miles de madianitas.
                        Yahvé dio instrucciones precisas a Gedeón. Le ordenó que proveyera a            tuaciones
                        cada uno de sus trescientos de una trompeta y de unos cántaros vacíos.     como las que
                                        Gedeón gritó a sus hombres: “¡Arriba!, ¡Vamos, que         vivió Gedeón,
                                        Yahvé ha entregado en nuestras manos el campamento
                                        de Madián! Una vez espabilados, los dividió en tres        ¿qué harías?
                                        escuadras de cien hombres, y le entregó una trompeta
                                        a cada uno y cántaros vacíos dentro de los cuales colocó
                                        antorchas encendidas. Avanzaron en estricto silencio y
                                        Gedeón hizo sonar fuertemente la trompeta al tiempo
                                        que rompía unos cuantos cántaros con lo que iluminó
                                        la noche con la antorcha. Todos los demás hicieron lo
                                        mismo, con lo que produjeron un efecto aterrador, que
                                        desconcertó a los madianitas, que se creyeron rodeados
                                        por un poderosísimo ejército y, presas del pánico,
                                        comenzaron unos a gritar y otros a correr, intentando
                                        una desesperada huida. Y en medio del revuelo, Yahvé
                                        hizo que se volviesen las espadas los unos contra los
                                        otros dentro del mismo campamento. Gracias a que
                                        Gedeón siguió las instrucciones de Yahvé, consiguió un
                                        triunfo clamoroso.                         continúa


              2      Completa el siguiente texto con ayuda de la lectura bíblica Jue 2, 18-19.



                   Cuando _______ les envió jueces, Yahvé estaba con el juez, y durante toda la ________
                   del juez los ______________ de las manos de sus enemigos. Pues Yahvé tenía

                   _____________ de ellos cuando escuchaba sus __________________ bajo la opresión
                   y la persecución. Pero apenas moría el juez, volvían a hacer el ______, peor que sus

                   __________. Seguían tras otros ___________, los servían y se postraban ante ellos. No
                   querían renunciar a sus ______________________ y se empecinaban en su camino.




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