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2      Completa con las palabras que descubriste.




            Para comunicarnos con Dios necesitamos


                                   y
             oración
                                                 fe






                     Era un día viernes. A esa altura del año ya
                  éramos capaces de escribir nuestros primeros
                  textos, siempre con letra temblorosa y quizás
                  no suficientemente legible. La señorita Carla
                  nos repartió una hoja de papel y nos pidió que
                  cada uno de nosotros escribiera una oración                                           A,B,C
                                                                                                       Legible
                  dirigida al Padre Dios. Mi oración fue ésta y                                        Legible
                  le pegué una cinta azul en la parte de abajo,                                      Que puede
                  aunque escribí con varios errores ortográficos:
                                                                                                    ser leído por
                                                                                                    su claridad o
                                                              continúa
                                                                                                        interés.
            3      Colorea qué pedía en su oración.





                   su luz                 humildad                        hacer el
                                                                             bien




                                                 Ser
                   ayuda                 instrumento                        salud
                                             del bien.








                                  Al terminar el tiempo de trabajo, la maestra
                               recogió las hojas de papel para su respectiva
                               revisión. Algunos de nosotros fuimos invitados a
                               leer nuestras oraciones. Algunas eran graciosas,
                               como la de Camila, que pedía a Dios que le hiciera
                               crecer los dientes de leche que acababa de perder.
                               Otras eran un poco tristes, como la de Luciana, que
                               pedía a Dios por su abuelita, que había fallecido

                                                                                   continúa



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