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Actuar









                                                Giuliana levantó la mano y preguntó:
                                                —¿Es por eso que está muy mal que nos agarremos a
                                             golpes y nos insultemos?
                                                —Sí –respondió la señorita–. Está muy mal. Todos, desde
                                             pequeños, debemos aprender a querernos, a respetarnos, a
                                             perdonarnos las ofensas. Los golpes no solucionan nada. La
                                             vida humana vale más que un objeto cualquiera y…
                                                Estuve muy mal que Pedro y Piero se pelearan el otro día
                 La UNICEF es                –interrumpió Miranda.
                 una organi-                    —Tú ¿por qué te metes? –gritó Pedro.

                  zación que                    —¿Cuál es tu problema, Miranda? –preguntó Piero.
                  trabaja por                   Ya se iba a armar otra vez el desorden, pero la señorita
                 el cuidado de               impuso orden y reflexión.                         continúa
                 los derechos
                 de los niños          12
                  del mundo.                  Responde si es verdadero (V) o es falso (F) según sea el caso.
                  Por ello es                                      ¿Son buenas acciones?
                 deber de to-
                 dos cuidar a           • Ayudar a las personas que                    • Compartir los

                cada niño que             necesitan.                            V        materiales.                 V
                existe porque           • Empujar a los amigos.                 F      • Malograr el trabajo
                 es una obra            • Agarrar las cosas ajenas.             F        de otros.                   F
                    de DIOS.







                                                Invitó a Pedro y a Piero a ponerse enfrente del grupo.
                                                Les hizo recapacitar sobre la pelea surgida días
                                             atrás. Ambos reconocieron su error. Les invitó a pedirse
                                             disculpas públicamente.
                                                —Piero –dijo Pedro– perdóname por haber derramado
                                             tu témpera amarilla. Te prometo estar más atento en
                                             adelante.
                                                —Pedro –le respondió Piero– perdóname por haber
                                             reaccionado bruscamente, te prometo saber controlarme la
                                             próxima vez.
                                                                                               continúa







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