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maestra un presente de parte de la Dirección. Pasen adelante
                              todos los niños que participaron en la actividad.
                                No podía creerlo. La misma Directora, a quien                      Fumar pue-
                              tanto temíamos, nos estaba colocando medallas.
                              Todos sonreíamos felices, menos Giuliana, Andrea y                    de ocasio-
                              Fabrizio, que nos miraban con cierta envidia. Cuando                 nar daño no
                              la Directora se fue, sentí un poco de pena. "Algo                    solo a quien
                              debe andar mal en mí", pensé.                                        lo hace sino
                                Al irse la Directora, todos aplaudimos y la maestra                 también a
                              sonrió orgullosa de nosotros. Enseguida nos regaló                   quien pueda
                              unas palabras, como era su costumbre:                               estar cerca de
                                —Niños, es la primera vez que me ocurre algo
                              así y siento su triunfo como mi mismo triunfo. Si ya                 quien fuma.
                    como pequeños cumplen bien sus deberes, mucho mejor será
                    cuando sean grandes. Porque la vida tiene una misión para
                    cada uno de nosotros y debemos de cumplirla a cabalidad,
                    como lo hizo Jesús, a pesar de…
                       —¿Cómo cumplió su misión Jesús? –preguntó Miranda.
                       —Jesús, siendo Dios, se hizo hombre como nosotros.
                    Nació y vivió pobre. Siempre obediente con sus padres,
                    pasó haciendo el bien a todos y el mal a nadie. Anunció con
                    palabras y con buenas obras un tiempo nuevo para todos                                 ¿Qué
                    los hombres. Fundó la Iglesia para ponerla al servicio de este
                    tiempo al que llamaba “Reinado de Dios”. Las autoridades                             hubiera
                    religiosas lo odiaron, pero Él nunca se desanimó. Al final lo                        pasado
                    hicieron morir clavándolo en una cruz, pero Él se mantuvo fiel                      si Jesús
                    a su misión hasta el final. Al tercer día de su muerte el Padre                 no cumplía
                    Dios lo resucitó. No recibió medallas como ustedes, pero fue                    la misión?,
                    recompensado sentándose a la derecha de Dios Padre”.                           ¿cómo sería
                       —Vaya, hay que ser valientes para cumplir una misión así
                    –opinó Stephano.                                                               nuestra igle-
                       —Muy valientes –sentenció la maestra.                                       sia hoy?, ¿tu
                       Aún conservo esa medallita en uno de los cajones de                          como cató-
                    mi escritorio. Y sobre el escritorio tengo un crucifijo, para                  lico cumples
                    recordar que mi amigo Jesús jamás abandonó su misión y que                      tu misión?,
                    la realizó a cabalidad, así como una vez, siendo niños, fuimos                ¿qué debemos
                    capaces recoger todas las botellas vacías en una kermés.
                                                                                                    hacer para
                                                                                                   saber cuál es

                                                                                                   nuestra mi-
                       “Pero Jesús les dijo: «Yo tengo que anunciar                                    sión?
                     también a las otras ciudades la Buena Nueva del
                    Reino de Dios, porque para eso he sido enviado»”.
                                          Lucas 4, 43



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