Page 90 - Huellas 2dro de Secundaria_web_Flat
P. 90

Conoce la historia completa:



                                                             Eran las once de la noche. Sebastián se dio cuenta de que
                                                               la hora estaba muy avanzada y recordó que su permiso
                                                              solo era hasta las doce. Pedro y Mariano le insistieron en
                                                             que saque a bailar a Claudia porque ella también se iría en
                                                                                cualquier momento.
                                                              Hace tiempo que Claudia y Sebastián intercambiaban mira-
                                                             das, pero ninguno se había atrevido a dar el siguiente paso.
                                                               En un arrebato de confianza, respondió a sus amigos que
                                                              no sabía de dónde sacar las fuerzas y animarse a hablarle.
                                                              Estas palabras sonaron como un aviso para Pedro y Maria-
                                                              no, que sin demora le ofrecieron unos tragos para ‘ponerse
                                                                                      las pilas’.
                                                              Sebastián pensó que no tendría más remedio porque sentía
                                                              que ella podría olvidarse de él si no se le acercaba, a fin de
                                                              cuentas, no era el único interesado. El problema era que las
                                                               pilas no cargaban rápido y  tomó varias copas hasta sentir
                                                                                  el efecto anhelado.
                                                                Lo que sucedió en los minutos siguientes fue terrible: Se-
                                                               bastián sacó a Claudia a bailar y le hacía conversación; sin
                                                              embargo ella no le seguía el diálogo y lo observaba fijamen-
                                                                te: él estaba mareado y hablaba torpemente. Luego, él no
                                                                comprendía bien lo que sus amigos le decían mientras lo
                                                               llevaban a su casa. Lo último que recordó de esa noche fue
                                                                la cara de furia de su padre y los sonidos del llanto de su
                                                                          madre, cuando lo dejaron en su casa.














   15



                           Mi hermano volvió ‘mareado’ de la fiesta  90
   85   86   87   88   89   90   91   92   93   94   95