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preguntó si sabía interpretar sueños y yo le aclaré
que no era yo sino Dios quien lo hacía. Habló pues
el Faraón y me narró dos sueños: siete vacas flacas
que devoraban a siete vacas gordas, sin dejar de
ser flacas, y siete espigas escuálidas que devoraban
a siete espigas frondosas, sin dejar de ser nimias.
Entonces tomé la palabra y dije: “Dios ha dado a
conocer al Faraón lo que va a hacer: Las siete vacas En el libro de
gordas son siete años y las siete espigas hermosas Daniel 2,2 ss
también son esos siete años; el sueño es, en realidad, se nos cuenta
uno solo. Las siete vacas flacas y las espigas malas son otros siete que los adivi-
años. Habrá en Egipto siete años de gran abundancia, y detrás de
ellos vendrán otros siete años de gran escasez y de hambre en toda nadores eran
esta tierra. Al haber soñado dos veces sobre este mismo asunto, llamados por
Dios te está advirtiendo que ocurrirá muy pronto, así, pues, el los rey para
Faraón deberá buscar a un hombre inteligente y sabio, y ponerlo al
frente de la tierra de Egipto; deberá guardar una quinta parte de que les expli-
toda la cosecha que se recoja en los siete años de abundancia para quen el signi-
poder consumirla en los años de escasez y no muera la gente de ficado de sus
hambre durante ese tiempo”.
continúa sueños.

6 Si tuvieras un sueño como el Faraón donde las vacas gordas son la
prosperidad y abundancia, ¿qué te gustaría que abunde en tu vida?

En el Perú,
el Ministerio
de Salud y
Los compañeros aplaudimos la respuesta de José. Estábamos las muni-
muy interesados, con los ojos bien abiertos, escuchando el relato.
Camila continuó el discurso: cipalidades
- El Faraón quedó impresionado ante mis palabras y lleno de llevan a cabo
admiración me nombró su primer ministro, vistiéndome como estrategias
un dignatario. Tenía ya treinta años. Me casé y tuve dos hijos a conjuntas con
los que llamé Manasés y Efraím. Era muy feliz. Durante los siete
años de abundancia recorrí todo Egipto y fue almacenando trigo y el Programa
alimentos en cada ciudad del reino según lo que cada una producía. Mundial de
Llegué a reunir tanto trigo que ya no lo podían contar. Tras los siete Alimentos de
primeros años de abundancia vinieron los siete de escasez, y hubo la ONU para
hambre en toda aquella tierra y en los países de alrededor, pero
en Egipto no faltaba el pan. Fueron avanzando esos siete años y reducir la
el hambre aumentaba, no solo en Egipto sino en todas las tierras anemia en
cercanas y también lejanas. Yo ordenaba abrir los graneros y vendía todo el país.
trigo al pueblo egipcio y a los que venían de fuera.
continúa

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