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¿Por qué crees que Sansón se         ¿Por qué las personas se desvían del
                 desviaba del camino de Dios?        camino de Dios? Escribe dos ejemplos






              ¿Por qué Sansón no quería decirle a  ¿Por qué la gente miente y no dice la
              Dalila de dónde provenía su fuerza?                   verdad?




                                                                                                       nazireato
                                                                                                    El nazireato
               ¿Qué dones le dio Dios a Sansón?           ¿Qué dones te dio Dios a ti?             era la acción
                                                                                                    de “apartar
                                                                                                   para Dios”. A
                                                                                                    estas perso-

                                                                                                  nas se les lla-
                                                                                                  maba nazireo
                                                   El voto de Jefté
                           La historia de Jefté se ubica en los capítulos 11 y 12 del libro de los   o nazareo.
                        Jueces. Fue un guerrero de Galaad e hijo de una prostituta. El nombre de    Ellos debían
                        su padre era Galaad, quien tenía esposa y otros hijos, los cuales echaron   abstenerse de
                        a Jefté de la familia, tras lo cual él huyó al país de Tob. Allí se convirtió en
                        líder de una banda de “gente miserable” y ladrones que le seguían como    tomar bebidas
                        a su príncipe. En ese tiempo el territorio al este del Jordán fue invadido   alcohólicas, se
                        por los amonitas, y los ancianos de Galaad, al estar en extrema necesidad
                        de un líder para llevar a cabo la defensa, se vieron obligados a ir a Tob y   debían dejar
                        pedirle a Jefté que regresara y fuese su caudillo. Después de expresar      crecer el ca-
                        sorpresa ante tal oferta tuvo en cuenta el trato que había recibido en      bello, estaba
                        su ciudad natal, cedió a sus ruegos, pero insistió en la condición de que,
                        si resultaba victorioso sobre los amonitas, sus propios compatriotas         prohibido
                        permanecerían fieles a su palabra y le reconocerían como su jefe. Los       acercarse a
                        ancianos le hicieron una promesa solemne, y Jefté regresó con ellos a
                        la tierra de Galaad, donde fue nombrado jefe por aclamación popular.        los cadáve-
                        Antes de comenzar su campaña, Jefté hizo un voto al Señor, diciendo: “Si    res. La pena
                        entregas en mis manos a los amonitas, el primero que salga de las puertas
                        de mi casa a mi encuentro, cuando vuelva victorioso de los amonitas,        para los que
                        será para Yahveh y lo ofreceré en holocausto”. Jefté condujo sus fuerzas     faltaban a
                        contra los invasores y los derrotó. A su regreso                           esta ley era la
                        triunfal a su casa en Mispá, la primera persona
                        que salió a su encuentro fue su única hija. Al                             deshonra y la
                        verla se alarmó y se llenó de consternación,                               pérdida de la
                        pues recordó su voto precipitado, pero declaró
                        que no podía hacer otra cosa que cumplir su                                consagración.
                        voto. La hija expresó una noble y generosa
                        resignación a su destino, pero pidió una
                        tregua de dos meses para poder ir a vagar por
                        las montañas y “llorar su virginidad” con sus
                        compañeras. Al cabo de los dos meses volvió
                        donde su padre y él cumplió en ella el voto que
                        había hecho. De ahí surgió la costumbre de
                        que de año en año las hijas de Israel se reunían
                        y lamentaban durante cuatro días a la hija de
                        Jefté, el Galaadita.                                     continúa


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